Con esta acción y, tras la débil y contradictoria información entregada por parte de Fuks a la cancillería ecuatoriana, “ha quedado claramente demostrada, la violación de todas las normas de acuerdo con el derecho internacional que debe tener un embajador”, dijo Estarellas.
Agregó que en este caso también tiene implicación la Policía cuya gestión calificó como ineficiente. “Aunque pueden solicitar que se mueva el patrullero de los exteriores de la sede diplomática, eso no exime a la Policía de la responsabilidad que tenía de cuidar la embajada y a Duarte, que estaba asilada allí”, enfatizó.
Estarellas concluyó con que “es lamentable” todo lo que ha ocurrido porque, según dijo, se da a entender que “esto ha sido planificado a propósito para que suceda en Ecuador”.
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