En Notimundo al Día, Pablo Fajardo, abogado de la Unión de Afectados por Chevron-Texaco, aseguró que la teoría de una supuesta perforación clandestina denunciada por Petroecuador, a inicios de mayo, no está del todo clara, pues los indicios apuntarían a que la rotura del oleoducto se dio por corrosión. Recordó que el SOTE entró en funcionamiento en 1972, lo que complicaría sus operaciones debido a que la vida útil de la tubería es de 20 años.
Asimismo, señaló que, independientemente de la causa del derrame de crudo, Petroecuador tiene la total responsabilidad de reparar los daños causados, tanto en el medio ambiente, como en la salud de los campesinos afectados del sector.
.@Pablofame: “Han transcurrido 21 días y hasta hoy no existe un plan integral de reparación. Hay más de 450 campesinos afectados. El crudo llegó hasta el río San Miguel, frontera con Colombia”
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— NotiMundo (@notimundoec) May 31, 2023
Aseguró que, luego de casi tres semanas del hecho, las autoridades no han informado el plan integral de reparación. «Hay más de 450 campesinos indígenas afectados; el crudo incluso llegó al río San Miguel, en la frontera con Colombia«, apuntó Fajardo.
Aunque reconoció que sí han existido acercamientos de Petroecuador con las comunidades afectadas, criticó que solamente se propongan acciones paliativas y no un plan definido sobre cómo se procederá para retirar el crudo del agua y ayudar a las familias de la zona.
Fajardo manifestó que la rotura del SOTE dejó fluir el crudo por cerca de 7 horas, con lo que estiman que son aproximadamente 3.000 barriles que fueron derramados en los ríos del sector, como el Conejo y el Blanco Grande.
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