Mientras algunos vehículos policiales ingresaban por la puerta principal de la cárcel Regional para verificar la alerta de un supuesto explosivo que habría sido arrojado con un dron en los techos de una de las secciones de la prisión, en el resto de los pabellones se montó guardia.
Los presos con las caras tapadas con trapos y camisetas se acomodaron en los pilares de cada pabellón.
Con celulares y radios de transmisión en las manos estaban alertas ante cualquier novedad y avisaban todo a “sus jefes” por los medios de comunicación que disponían.
En un recorrido rápido por el perímetro de esta cárcel de máxima seguridad, un equipo de este Diario pudo ver a al menos diez privados de libertad en los techos.
Lo que contrasta con las garitas de control instaladas junto a los pabellones, donde este martes no había policías, guías ni militares.
Al mismo tiempo llegaban a la cárcel miembros del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, del Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA) y del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) para tratar de localizar el supuesto explosivo.
También arribó un bus con unos 50 militares para reforzar la seguridad en el perímetro del centro de privación de libertad al que por orden judicial fue trasladado alias Fito, el jefe de la banda Los Choneros, luego de tres semanas aislado en La Roca.
Fito sería el jefe de la Regional y según videos filtrados semana atrás, vivía con comodidades.
El ministro de Gobierno, Henry Cucalón, confirmó la mañana de este martes que Adolfo M., alias Fito, fue sacado de esta cárcel y trasladado nuevamente a la Regional.
Ese traslado se realizó tras la decisión del juez Diego Poma, que acogió la solicitud de alias Fito y ordenó su regreso.
Las personas que acudieron este martes a la Regional para visitas no pudieron entrar a la prisión por la alerta.
Fuente: El Universo – Nota original: LINK