Ecuador cerró el 2023 con un déficit fiscal de USD 5.700, que sumado a los atrasos que superan los USD 4.000 millones dejan un desequilibro aproximado a los USD 10.000 millones.
Mauricio Pozo explicó que, si bien son importantes las medidas que se toman desde el Gobierno, como la propuesta de incrementar 3 puntos en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), deben ir acompañadas de acciones para reducir el gasto.
Recordó que uno de los costos más elevados que afronta el Estado es el subsidio a los precios de los derivados de petróleo, lo cual es un «error», pues Ecuador no controla esos rubros, sino que se ajustan en el mercado internacional. «Cuando se subsidia precios, no se focaliza nada y protege en mayor proporción a los que no necesitan«, apuntó.
Asimismo, recordó que el proyecto para fusionar Petroamazonas y Petroecuador «quedó en el aire» por una decisión judicial y con ello se evitó la optimización de recursos que destina el Gobierno en algunas áreas.
En este sentido, señaló que es necesario un programa integral de financiamiento y no decisiones aisladas, para que se puedan solventar los gastos pendientes y, sobre todo, asumir el costo del conflicto armado interno, que se sitúa en los USD 1.020 millones.
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