Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de la Asobanca, explicó que este sector ya ha sido objeto de dos reformas tributarias en las tres últimas semanas, que incrementan su aporte al Estado de manera inmediata en aproximadamente USD 420 millones adicionales a los impuestos que paga la banca anualmente. «La banca ya viene prestando su contingente y colaborando financieramente con el Estado en esta lucha», agregó.
Recordó que, en diciembre de 2023, la banca financió con cerca de USD 300 millones en certificados de tesorería, que fueron aportados al Estado para que pueda cumplir con el pago de colaboradores.
Por ello, expresó la preocupación de este sector por que la Asamblea Nacional pueda aprobar el texto para segundo debate, donde además de incrementar el IVA, se propone una contribución especial a la banca.
Rodríguez señaló que por dos ocasiones se solicitó ser recibidos en la Comisión de Desarrollo Económico para desmentir las afirmaciones de ciertos grupos políticos, que señalan que la banca sería la que más rentabilidad ha ganado. Dijo que, «en la línea de rentabilidad de las actividades productivas en Ecuador, (la banca) se encuentra en décimo puesto», y precisó que sectores como el de la minería y telecomunicaciones.
Los USD 184 millones que representaría el nuevo impuesto, generarán un impacto en la colocación de créditos, lo que pondría en riesgo una cantidad de USD 1.800 millones menos de disponibilidad de recursos, apuntó. Esto, a su vez, afectará a las madres cabezas de hogar y a las pequeñas y medianas empresas, principalmente.
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