El funcionario indicó que, de enero a abril de 2024, se registraron cuatro casos de la viruela símica, mientras que en agosto se identificaron otros dos. Sin embargo, aclaró que los mismos corresponden a una cepa anterior que ya circulaba en el país, desde 2022. Desde ese año, añadió Vizueta, se mantiene una vigilancia constante de la enfermedad por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Recordó que esta enfermedad se transmite por un contacto directo con alguien infectado, así como por relaciones sexuales sin protección. En 2022, precisó, se reportaron 400 casos, mientras que en 2023 fueron más de 200 casos. El hecho de que en el presente año solo existan 6 casos dan cuenta del control que existe de la enfermedad.
Por otro lado, indicó que existen poblaciones con mayor riesgo de contagio, por lo que se ha realizado un arduo trabajo para informar a la población sobre los detalles del virus y también reforzando la vacunación.
«Seguimos trabajando para evitar que la mayor parte de la población no se contagie; exhortamos a tener calma, porque esta no es una enfermedad que se transmite por el aire, como el COVID-19», acotó.
En cuanto a los casos confirmados de la cepa anterior, indicó que se encuentran en Chimborazo, Tungurahua, Pichincha y Guayas. Aclaró que se estos se encuentran estables y actualmente se evalúan otros tres casos sospechosos.
Finalmente, adelantó que se trabaja en la adquisición de un lote de 10.000 vacunas, pero al no se parte del esquema regular, Ecuador está en la lista de espera junto a otros países para la llegada de las mismas, que se espera arriben al país en tres o cuatro semanas.
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