Moya señaló que las llamas alcanzaron la casa de sus padres, así como la bodega principal de libros y revistas de Trama, un medio dedicado a la arquitectura desde hace 47 años.
En este flagelo, Trama perdió más de 10.000 libros actuales, es decir, todo el fondo editorial, mientras que la biblioteca que contenía textos desde 1890 también quedó reducida a escombros.
Insistió en que esta emergencia fue evitable, pues una vez que se notó la presencia del fuego se contactaron con los Bomberos, ubicados en el sector de Bellavista, sin embargo nunca llegaron.
Lamentó que los años de esfuerzo invertidos en publicar la arquitectura ecuatoriana y del mundo se hayan transformado en cenizas, por la acción de personas inescrupulosas.
Por ello, hizo énfasis en que su trabajo no se detendrá y agradeció la solidaridad mostrada por personas que se han sumado a su causa. «Ha sido una solidaridad impresionante», reconoció.
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