Para Grunauer, el desabastecimiento de agua responde, entre otros factores, a su mal uso.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada persona debería utilizar hasta 100 litros por día, pero en la capital ese consumo es 43 % mayor, lo que obliga a hacer un llamado a la ciudadanía para no desperdiciar este recurso natural.
La concejal reconoció que otro de los problemas pasa por la sequía, que afecta a gran parte del país. Recordó, además, que en Quito existen cuatro sistemas que abastecen de agua a la ciudad: Papallacta, La Mica, el río Pita (que registra bajos niveles) y los conductos occidentales.
A su criterio, en este último se requieren soluciones estructurales y no ‘parches’, para dejar de depender de la lluvia para el abastecimiento de los barrios en la zona de influencia.
Añadió que los cortes de energía eléctrica comprometen el abastecimiento para entre el 11% y 15% de la población, por el sistema de bombeo que se tiene en ciertos sectores.
Por otro lado, señaló que existen zonas, como La Gatazo, en el sur de Quito, donde existen lavadoras de vehículos que usan indiscriminadamente este recurso, lo que también compromete a las autoridades de control a reforzar los operativos que eviten el desperdicio de agua.
En este sentido, hizo un llamado para que se redoblen los esfuerzos de entidades como la Agencia Metropolitana de Control (AMC) para evitar el mal uso del agua en la capital.
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