Bazante explicó que la metodología utilizada para la verificación de datos comprende cuatro categorías: verdadero, falso, falta contexto, y engañosa. En el caso de cómo se eligieron las frases del presidente Daniel Noboa o de su gabinete ministerial, se analiza la incidencia de las mismas en el discurso público y por pedidos de verificación de los usuarios de distintas plataformas digitales.
Recordó que, a diferencia del periodismo de investigación, el fact checking no tiene «fuentes secretas» y en ciertas ocasiones no se obtiene la información oficial para completar el proceso de verificación. En esos casos, explicó Bazante, se explican los elementos con los que se cuentan, para que la ciudadanía saque sus conclusiones.
De las 81 verificaciones realizadas por la organización a las afirmaciones del Gobierno, 9,88% son verdaderas, 33,33% son falsas, a 13,58% les falta contexto y 43,21% son engañosas. De las declaraciones verdaderas, por ejemplo, destacan las afirmaciones de la viceministra de Economía y Finanzas, Ana Cristina Avilés, mencionó la cantidad que destina el Estado en los subsidios a los combustibles, que fue de USD 13.400 millones, entre 2010 y 2023.
Otro de los datos verificados como verdadero es la cifra dada por Arianna Tanca, ministra de la Mujer, respecto de la cantidad de femicidios hasta mayo de 2024. «Este dato fue certero, después una polémica que hubo por afirmaciones del Presidente de la República que hizo en España, sobre la violencia de género», aclaró.
En cuanto a las declaraciones de Daniel Noboa, Bazante dijo que al inicio de su mandato se evidenciaron pronunciamientos que no correspondían a la realidad, especialmente en materia de seguridad y de salud. Al inicio de su período, por ejemplo, Noboa se atribuía logros como la adquisición de ambulancias o de equipamiento a casas de salud, cuando esos procesos fueron gestionados por el gobierno de Guillermo Lasso. «Si bien no recaían en todo sentido en lo falso, sí en lo engañoso», precisó.
Bazante recalcó que el trabajo de verificación que lleva adelante la organización es apartidista y no se trata de atacar a nadie, sino de corroborar la información para aportar al debate público información verificada para tomar las mejores decisiones. «Hay que revalorizar la verdad y pasarle factura a la desinformación», concluyó.
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