Correa, en su habitual informe de los sábados por radio y televisión, asumió también la responsabilidad por la seguridad en el país, pero dijo que este tipo de sucesos son difíciles de controlar.
«Yo no soy culpable de las cosas, pero sí soy responsable de la seguridad, así que les pido mil disculpas a nombre del Estado ecuatoriano a las familias de estas dos maravillosas jóvenes que perdieron la vida en nuestra tierra», remarcó el mandatario.
Recordó que la Fiscalía ecuatoriana continúa con la investigación por la muerte de las dos jóvenes argentinas, que fueron reportadas como desaparecidas el 22 de febrero pasado.
Se trata de Marina Menegazzo (21 años) y María José Coni (22), cuyos cuerpos fueron encontrados a finales de febrero en Montañita, un popular balneario de la costa ecuatoriana.
Por este caso, son investigados Segundo P. y Eduardo D., por su presunta participación en el asesinato de las turistas y están sometidos a prisión preventiva luego de la audiencia de formulación de cargos realizada el pasado 1 de marzo.
Correa felicitó a la Policía y Fiscalía ecuatorianas que resolvieron el caso en poco tiempo y cuyos resultados han sido verificados por un grupo de expertos argentinos que observaron la investigación en Ecuador.
Aceptó las dudas que expresaron en principio los familiares de las víctimas y dijo que por ello se ofrecieron todas las facilidades a los expertos argentinos para que verificasen los resultados obtenidos por las autoridades ecuatorianas.
El gobernante también señaló que Montañita es un balneario muy popular entre los jóvenes porque allí se practican deportes acuáticos como el surf y es un sitio con muchos locales de diversión.
«A Montañita van centenas de miles de jóvenes» al año y, aunque allí «puede haber excesos, exceso juvenil», es un lugar «bastante seguro. Ecuador es un sitio bastante seguro», afirmó Correa.
Según él, en este caso «el 90 por ciento de las cosas están claras» e incluso uno de los abogados de las víctimas lo ha corroborado, aunque se ha advertido que faltan por determinar algunas cosas como «si las chicas fueron engañadas, les dieron algún estupefaciente para limitar su voluntad, etcétera».
Criticó el manejo de cierta prensa sobre el tema y en las redes sociales, y censuró comentarios que han intentado atribuir parte de la culpa a las víctimas, en el sentido de que ellas habrían obrado mal al hacer autostop o vestir ropa ligera.
Ellas o cualquier mujer puede hacer lo que quiera y «nadie les puede poner un dedo encima contra su voluntad», remarcó Correa al hacer un llamamiento a la población para rechazar ese tipo de conjeturas sexistas.
De su lado, el ministro del Interior, José Serrano, en el mismo informe, resaltó el trabajo policial en este caso y en la política de investigación de homicidios.
Según Serrano, «en 2010 no se descubrían ni el 10 por ciento de homicidios», pero en la actualidad, gracias a una nueva estructura en la Policía y al equipamiento de punta de sus centros de investigación, en 2015 se han resuelto «en menos de 24 horas el 40 por ciento de homicidios y asesinatos».
La meta de la Policía es llegar al 2017 «descubriendo el 80 por ciento» de ese tipo de delitos, añadió Serrano al enfatizar que el feminicidio y la violencia de género son también temas de alta prioridad para la institución.