En los últimos años, el precio del crudo se derrumbó debido a, por un lado, una oferta muy elevada de bienes energéticos producto del ‘boom’ de los hidrocarburos de esquisto estadounidenses; y, por el otro, una estrategia de la OPEP dirigida a mantener su producción para no perder cuotas de mercado. En una conferencia de prensa que clausuró un foro energético previo al inicio de la reunión de Argel, Noureddine Boutarfa, ministro de Energía de Argelia, reiteró la necesidad de que los países de la OPEP discutan las cantidades de la producción petrolera que podrían facilitar un nuevo equilibrio en los mercados internacionales. “Es necesario -dijo- actuar sobre la oferta para ‘reestabilizar’ el mercado”.
Un día antes, sin embargo, Irán expresó su interés por aumentar su producción petrolera hasta el nivel anterior a las sanciones internacionales, es decir, hasta 4 millones de barriles diarios. “No estamos preparados” para congelar la producción, indicó el ministro iraní de petróleo Bijan Namdar Zanganeh, quien consideró difícil llegar a un acuerdo para reducir la oferta mundial. A pesar de los pronósticos pesimistas previos en contra de una reducción de la oferta petrolera mundial, los países miembros de la OPEP alcanzaron un acuerdo preliminar para recortar su producción conjunta de crudo en 750.000 barriles por día./