Esta es la segunda subestación más grande del país y será una pieza clave para la transmisión y distribución de energía.
Durante la inauguración de este proyecto hidroeléctrico, el segundo mandatario resaltó que antes nadie hablaba de sectores estratégicos, de hidroeléctricas, de subestaciones, de escuelas del milenio, de las mejores carreteras de Latinoamérica.
»Todo depende de quién gobierna, sí es para el pueblo o para las barcazas, si es para unos cuantos amigos o para los pobres». También indicó que el Guayaquil del siglo XXI ya no debe seguir hablando de agua potable, aceras y bordillos. »Aquí hablamos de energía eléctrica, de subestaciones, de energía para las industrias, de nueva riqueza para la producción», sostuvo Glas.
En su recorrido por la subestación Chorrillos, Glas recordó que antes se hablaba del regulamatic (regulador de voltaje), por los problemas de energía que antes se vivía en el país, por ello señaló »Ahora nadie tiene reguladores en sus hogares porque ahora la energía es confiable y suficiente», apuntó.
La subestación Chorrillos recibirá la energía eléctrica que genera la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair y la distribuirá en las provincias de Guayas, Los Ríos y El Oro, reduciendo el uso de combustibles fósiles, utilizados por centrales termoeléctricas. Además, garantizará la provisión del servicio alejando definitivamente los apagones y las variaciones de voltaje que afectaron al país del pasado.