En Más Allá de lo Hechos con Estéfani Espín, Oswaldo Moreno, politólogo señaló que de la crisis por la que atraviesa el Presidente Moreno y el país hay ganadores y perdedores tanto en lo social como en lo político de cara a los comicios de 2021.

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Las llamas se esparcieron tras la onda expansiva generada por la explosión de una bomba molotov. Seis policías salieron corriendo de la escena. Créditos: Twitter - El Universo

Este viernes 11 de octubre que a escala nacional es feriado por la independencia de Guayaquil, paralelamente, se cumplen 9 días de paralización y movilizaciones que han trastocado los planes en el sector turístico, por las cancelaciones de sus viajes que han realizado los viajeros y turistas. Hasta el momento, Ecuador ha perdido más de USD 1.500 millones y la situación tiende a empeorar, luego de que el movimiento indígena anunció la radicalización de su protesta contra el Gobierno y los diálogos entre ambos sectores están detenidos.

El politólogo Oswaldo Moreno, indicó que con respecto a las medidas económicas adoptadas por el Gobierno Nacional y la reacción de los movimientos sociales que se desencadenó a raíz de ello, hay que tomar en cuenta el impacto en dos sectores importantes.

El primero, en el quintín más empobrecido de los ecuatorianos que muchas veces come dos huevos al día o que deja de comer para tener para el transporte de sus hijos a la escuela y para quienes el costo de la vida ya se elevó con el encarecimiento de los combustibles y el segundo, el sector político que está mirando sus intereses electorales para los comicios presidenciales de 2021.

A criterio del analista, para el Presidente Lenín Moreno, la crisis también tiene un costo político bastante alto porque antes del anuncio del paquete económico, su gestión apenas alcanzaba un 20% de aceptación.

“Es incuestionable, además, que una vez que salga de esta crisis coyuntural, Moreno tendrá que renovar completamente su gabinete ministerial para empezar de cero, en el poco tiempo de mandato que le queda”, dijo Moreno.

Para Moreno, hay que rescatar que, pese a la gran movilización social y levantamiento indígena de los últimos días, que no se había podido dar desde hace diez años, porque el correísmo desestructuró a la organización indígena como tal, no llega a los niveles de lograr tumbar al Jefe de Estado como habría ocurrido en los años 90.


Esto, en gran medida por la acertada decisión del Primer Mandatario de trasladar la sede de Gobierno a Guayaquil, donde él resultó fortalecido por el apoyo de las cámaras de la producción que operan desde allá y de los líderes políticos locales de la centro derecha que terminaron salvando a Moreno y a la democracia.

Para Oswaldo Moreno, la pregunta que cabe hacerse en estos momentos es: ¿Quién va a capitalizar de los movimientos de izquierda, el descontento social para las próximas elecciones?
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