En Notimundo al Día, Mauricio Alarcón, director ejecutivo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, se refirió a la crisis que atraviesa el Gobierno Nacional frente al clima político que se vive en la Asamblea, donde la oposición estaría buscando la salida del presidente Guillermo Lasso, en el marco de las investigaciones del caso «Encuentro».
No obstante, Alarcón destacó que es gracias a la labor periodística que ahora se conoce la presunta trama de corrupción en empresas públicas y que supuestamente tendría vínculos con el crimen organizado y el narcotráfico, según la documentación entregada en la Comisión donde se trata este caso. Asimismo, reconoció que si bien el Gobierno no puede responder por cada funcionario público, tampoco puede proteger, de alguna forma, a quienes están señalados por sospechas de corrupción.
Para Alarcón, fue desacertado que el presidente Lasso defienda a su cuñado, Danilo Carrera, frente a las acusaciones de posibles actos de corrupción, pues posteriormente Carrera no demandó a quienes habrían tomado su nombre para cometer irregularidades en las empresas estatales, sino que impuso un juicio de cerca de medio millón de dólares en contra del periodista que develó el caso.
Asimismo, recordó que desde el retorno a la democracia, en 1978, han sido innumerables los casos en que familiares de los mandatarios han traído problemas a su gestión, no necesariamente vinculados a corrupción, sino también a otras formas de abuso de poder. «La historia se repite una y otra vez, a vista y paciencia de los gobernantes, que parecen poner las manos al fuego por algo que no lo merece», criticó.
Explicó que el país no requiere un presidente que se mantenga en las frases de «caiga quien caiga» o «hasta las últimas consecuencias», sino que efectivamente permita que las instituciones actúen de forma independiente y sin presiones, para que este tipo de denuncias no queden en la impunidad. En este sentido, explicó que en el Barómetro de la Corrupción, publicado en días pasados por FCD, se evidencia que la población ya no ve con buenos ojos que se realicen denuncias, precisamente porque la impunidad «reina en el país». «Se premia la viveza, la corrupción y se normalizan las malas prácticas», puntualizó.
Finalmente, criticó la falta de coherencia de la clase política del país, haciendo referencia a la comisión que investiga el caso «Encuentro», que está liderada por miembros de la oposición. «Cuando me conviene a mí, aplaudo y festejo. Pero cuando no, denosto contra el mensajero», añadió.