El excontralor era conocido como ‘Miami’ en la lista de coimas de Odebrecht. Hasta el momento, cuatro casos penales se abrieron en su contra. En 2011, Diego Bonifaz, en ese entonces alcalde de Cayambe (Pichincha), denunció sobornos a cambio de informes favorables del organismo de control; siete años después ratifica su versión. Hoy se inician las pericias para verificar el audio de Pólit y del presidente de la Asamblea, José Serrano.

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Diego Bonifaz se enorgullece de ser uno de los primeros indignados que alertó que la Contraloría General, en la era de Carlos Pólit, no iba por buen camino. Él asegura que un abogado que trabajaba en el organismo de control le exigió $ 100.000 para obtener un informe favorable de las cuentas del Cabildo.

Bonifaz no pagó y las auditorías en su contra desencadenaron su salida de la Alcaldía de Cayambe, luego de estar 11 años en el cargo y gozar de alta popularidad en el cantón pichinchano. Ahora, él está retirado de la política activa, pero su testimonio es parte de los juicios que se siguen en contra de Pólit, que lo mantienen con una orden de arresto y prófugo de la justicia, radicado en Estados Unidos.

El exburgomaestre de Cayambe, en entrevista con Medios Públicos, dijo que declaró en la Fiscalía porque no fue el único alcalde que padeció las presiones de la Contraloría, sino que fue la constante en la época de Pólit. Bonifaz recordó que ese abogado le exigió, en una conversación telefónica, que pida a sus directores $ 10.000 a cada uno, hasta concretar los $ 100.000. “Como no les di el dinero, me destituyeron injustamente”.

La defensa de Pólit no quiso pronunciarse públicamente sobre este tema, pero sostuvo que la versión de Bonifaz no es una prueba, porque cualquier persona pudo tomarse el nombre de la Contraloría para engañarlo. Por esa misma línea va el testimonio del exgerente de Odebrecht en Ecuador, el brasileño José Conceição Santos, quien delató los sobornos del excontralor y así consta en el proceso.

En la Corte Nacional de Justicia declaró que Pólit era algo parecido a un ‘cuarto poder’ en el país y que las autoridades siempre lo querían tener de su lado.

Fuente: El Telégrafo