Más cambios se aplican desde esta semana en la semaforización de los cantones Catamayo (Loja) y Baños de Agua Santa (Tungurahua), por la emergencia.
El primero retornará al rojo el miércoles y el segundo estará en amarillo, a partir de este lunes 27 de julio de 2020. Hasta el momento, 197 cantones están en el segundo nivel del distanciamiento social; 13 se mantienen en rojo y 11, en verde. Catamayo es el segundo cantón de Loja que regresará al semáforo rojo, después de Macará, que lo hizo el 22 de julio.
En Pichincha retrocedió Mejía. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Catamayo tomó el jueves esa decisión, ante el aumento de casos y la desobediencia ciudadana.
Según el alcalde y presidente del COE, Armando Figueroa, desde el 1 de julio se registró más desorden en la localidad. “A partir de las 17:00 se desarrollan actividades deportivas en canchas públicas y están acompañadas del consumo de alcohol. Hacen fiestas privadas y clandestinas, sin tomar las mínimas medidas de bioseguridad”, señaló Figueroa.
Los contagios también ocurren por la cercanía y la relación comercial con Loja. La capital provincial tiene el mayor número de casos: 1 551 de los 1 955 registrados en la provincia, según las cifras del Ministerio de Salud (MSP).
“En los hospitales de Loja no los quieren recibir porque nos han dicho que las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de la red pública y privada están en su límite”, dijo el Burgomaestre.
Algunos han sido trasladados al hospital del cantón El Guabo, en El Oro. En Tungurahua, las autoridades de Baños de Agua Santa resolvieron pasar, por segunda ocasión, al semáforo amarillo desde hoy.
El cambio se decidió el jueves en la reunión del COE, que tras una evaluación detectó un leve incremento de casos la última semana, comparado con días anteriores.
En esta localidad se aplicó el rojo desde el 4 de julio, porque aumentó la cantidad de contagiados. El alcalde, Luis Silva, dijo que en esta última semana hubo un aumento del 10% de los casos, por lo que los estrictos controles no se detendrán.
“También estamos solicitando al COE nacional la autorización para bajar el toque de queda hasta las 18:00, tal como lo hemos mantenido (en rojo)”.
Baños pedirá, igualmente, la ley seca. “Necesitamos tiempo para cumplir con nuestras actividades y reactivarnos, pero las normas se están incumpliendo, hay libadores en las calles o canchas. La emergencia va a seguir”.
Solo en este último fin de semana Tungurahua registró 127 sanciones a personas por no cumplir con el toque de queda. En Pichincha, el COE de Rumiñahui analizó el viernes un posible retorno al semáforo rojo, pero finalmente determinó que seguirá en amarillo.
En este encuentro, las autoridades resolvieron respaldar a los demás cantones de Pichincha que piden medidas como la ley seca y la ampliación del toque de queda.
El COE pidió que se identificara los sectores críticos que requieren un mayor control. Los ocho cantones de Morona Santiago, Zamora Chinchipe, Sucumbíos y Orellana no modificaron su semáforo rojo; la mayoría se mantiene en ese estado desde mayo pasado.
El contagio progresivo en las comunidades indígenas y la débil infraestructura hospitalaria impiden el cambio.
Controles en las playas se intensificaron
Dos operativos policiales se cumplieron durante el fin de semana en la playa de Las Palmas de la ciudad de Esmeraldas, para dispersar a las personas que acudieron a divertirse en ese balneario ubicado al norte de la urbe.
La Policía no hizo uso de la fuerza, pero sí de un megáfono para indicar a los asistentes que debían retirarse del sitio porque aún no está permitido el ingreso a los balnearios.
El control también se realizó mediante la utilización de las 37 cámaras del sistema de videovigilancia del ECU-911, que ayudaron a ubicar a quienes fueron a las playas de Atacames, en el sur de la provincia.
En este balneario, la Policía realizó patrullajes para advertir a unos pocos turistas que llegaron pese al impedimento de ingresar y hospedarse en los hoteles habilitados.
En los balnearios de Tonsupa y Same, los operativos se hicieron con la ayuda de la Policía Municipal. Según el alcalde de Atacames, Freddy Saldarriaga, 50 agentes municipales fueron distribuidos en esas costas, incluidas las zonas de Atacames y Súa.
Mientras tanto, en balnearios de Santa Elena también se redoblaron las inspecciones. En Crucita, Manabí,el trabajo de control se coordinó entre la Policía y la Armada, que operaron desde el ingreso al balneario con la requisa de vehículos.
La presidenta del Gobierno Descentralizado Autónomo de Crucita, Andrea Delgado, dijo que han tomado las previsiones para que las personas cumplan las medidas.
La playa de Manta lució vacía durante el fin de semana. En ese balneario los policías municipales se sumaron para hacer vigilancia desde las torres usadas por los salvavidas.
Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK