La nueva cifra se debe al lento crecimiento de las economías avanzadas, los bajos precios de los productos primarios, la debilidad del comercio mundial y la disminución de los flujos de capital.

El Banco Mundial recortó netamente el martes sus previsiones de crecimiento global en el marco de una actividad «anémica» en los países ricos e incertidumbre en las economías emergentes. El Producto Interno Bruto mundial debería crecer este año solamente 2,4%, marcando un estancamiento en relación a 2015 y una neta degradación en relación a enero, cuando el BM todavía preveía un crecimiento de 2,9%.

Para 2017, la institución de lucha contra la pobreza no es más optimista y baja su previsión en 0,3 punto porcentual, a 2,8%. «Los mercados emergentes y los países en desarrollo exportadores de materias primas tienen dificultades para adaptarse a la debilidad de los precios del petróleo y otros productos básicos», escribe la institución.

Sin embargo, China debería continuar creciendo sólidamente este año (6,7%) mientras que el gigante indio, con viento favorable alcanzaría 7,6%. Brasil y Rusia deberían por el contrario registrar recesiones «más marcadas» que lo previsto. Del lado de los países ricos, Estados Unidos crecería 0,8 punto porcentual menos que lo previsto, a 1,9%, a causa de la apreciación del dólar, que afecta sus exportaciones y de la crisis de la industria extractiva, golpeada por un petróleo barato. La zona euro debería beneficiarse de un «modesto impulso» que mantendría su crecimiento este año en 1,6%.