Pabel Muñoz es el nuevo alcalde de Quito, con el 25% de apoyo de la población. En Notimundo al Día, el exconcejal y académico de la FLACSO, Fernando Carrión, explicó que parte de los retos de su administración será el tema presupuestario, pues al menos USD 140 millones se destinarán únicamente para el Metro de Quito.

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En Notimundo al Día, Fernando Carrión, exconcejal de Quito y académico de la FLACSO, señaló que las condiciones de gobernabilidad para el nuevo alcalde de la capital, Pabel Muñoz, son «relativamente buenas», debido a los ocho concejales de la Revolución Ciudadana que lo acompañarán en su gestión. Explicó que, si se da una alianza con los cuatro ediles del movimiento Juntos por la Gente, que auspició la candidatura de Jorge Yunda, podría tener la mayoría del Concejo Metropolitano.

Carrión precisó que uno de los problemas que tendrá que resolver el nuevo Alcalde de Quito tiene que ver con la administración de las 12 empresas municipales, de las cuales solo la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) se autofinancia. Otro de los retos a enfrentar es la cantidad de dependencias que existen dentro de una misma área, como sucede en la de movilidad, donde hay siete instituciones.

Otro de los ámbitos en los que deberá trabajar Muñoz es en el tema presupuestario, donde uno de los principales desafíos será el inicio de la operación comercial del Metro de Quito. Carrión aseguró que existe una «metro dependencia», pues pagar los créditos de esta obra representarán, al menos, USD 60 millones por año, durante los próximos 20 años. Asimismo, los pagos que se deberán hacer al operador internacional ascienden a USD 31 millones, durante 6 años. Por último, el costo del subsidio a la tarifa del Metro significará egresos de USD 40 millones, aproximadamente.

Estas particularidades hacen que, para que se pueda ejecutar el plan de gobierno propuesto en la campaña electoral, Muñoz deberá definir el marco institucional y su modalidad de trabajo, apuntó Carrión. En este sentido, negó que la salida sea un incremento en los impuestos de la ciudad, pues al haber ganado la Alcaldía con un 25% de apoyo, podría significar un duro revés para su gestión que se aplique una estrategia de este tipo.

Por ello, consideró que una de las opciones es reducir el gasto corriente y negociar con el Gobierno Nacional, «que tampoco tiene todos los recursos del mundo». Añadió que el Estado atraviesa por una crisis fiscal, pero esta es la única alternativa para que el Municipio de Quito tenga recursos.

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