Córdova explicó que con la detención del presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Wilman Terán, y del exdirector del Servicio de Atención a Privados de la Libertad (SNAI), se evidencia el avance del crimen organizado en la infiltración en los distintos niveles del Estado.
Además, sostuvo que, de llegar a probarse la teoría del caso que maneja la Fiscalía, se debe afrontar el desafío de la reforma integral de la Policía Nacional. Esto debido a los cargos que ostentó el general Ramírez, como jefe Antinarcóticos y titular del ente rector de las cárceles en el país. «¿Qué tipo de control existe en la institución policial?», añadió.
Asimismo, Córdova cuestionó que ni desde el gobierno ni desde las agencias internacionales se alertó sobre los movimientos de Ramírez, quien habría tenido una gran responsabilidad en las masacres carcelarias, al haber permitido el ingreso de armas a los recintos penitenciarios. Además, alertó que este no sería el único caso de «narcogenerales» que existe en Ecuador. «Si Ramírez trabajaba para Los Lobos, ¿qué general trabaja para Los Choneros?», dijo.
A su criterio, el gobierno del expresidente Guillermo Lasso debe entregar respuestas sobre las acciones de inteligencia que realizó para detectar esta estructura, a través de Fausto Cobo, como director del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES).
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