El crimen organizado en los cantones aledaños a Quito tiene sus días contados. En las últimas semanas cinco bandas dedicadas al robo de personas, de locales comerciales, de vehículos y al microtráfico fueron desmanteladas por las distintas unidades de la Policía de la Subzona Pichincha.

En rueda de prensa, el coronel Mauro Vargas, jefe de la subzona informó a la ciudadanía sobre los siete operativos más importantes realizados por agentes de la Policía Judicial (PJ) y Antinarcóticos. El oficial superior dijo que durante el 2016 hubo una reducción del 16% en comparación al 2015 y desde enero hasta la fecha hay una reducción del 46% en todos los delitos de connotación.

Antinarcóticos

La capitán Gabriela Ortiz, jefa de Antinarcóticos de la Subzona informó de los detalles de los operativos que se efectuaron en los distritos Rumiñahui-Mejía, Cayambe y Noroccidente. Durante estos días, 11 personas fueron detenidas por expender y comercializar diferentes tipos de drogas. “Se está dando énfasis en los expendedores que comercializan dosis en los alrededores de unidades educativas”.

En estos operativos se decomisó 15.700 dosis de marihuana, cocaína y heroína que tenían como destino las calles de los sectores del Valle de los Chillos. Esta droga provenía desde Quito en vehículos particulares, en varios de estos casos distribuidores y expendedores fueron aprehendidos por los agentes luego de labores de inteligencia.

Policía Judicial

La Policía Judicial de la Subzona también realizó varios operativos contra el robo a locales comerciales, a personas y a vehículos. El jefe de esta unidad, el teniente coronel Freddy Galarza, señaló que dentro de las acciones policiales ejecutadas por su Servicio están el operativo Renacer VII donde se detuvo a tres integrantes de una organización dedicada al robo de vehículos.
De igual manera, luego de dos meses de investigación se detuvo a tres ciudadanos a través del operativo Limited 1. Los hombres se dedicaban de robo de bienes, accesorios y autopartes de vehículos en los sectores del cantón Rumiñahui (parroquias Sangolquí y San Rafael), así como en el norte de Quito.

La organización seleccionaba a las víctimas (vehículos) y utilizando un objeto contundente procedían a romper los cristales de las puertas posteriores, acto seguido se sustraían los bienes que dejaban sus propietarios en el interior de los automotores.

Familia delictiva

A través de varias denuncias efectuadas por propietarios de locales del cantón Mejía, agentes de la PJ de la Subzona Pichincha siguieron los pasos de una supuesta organización delictiva integrada por cuatro ciudadanos pertenecientes a una misma familia, entre ellos un menor de edad.

La banda se dedicaba al hurto y robo de locales comerciales y tiendas de la zona, donde se sustraían productos de primera necesidad, prendas de vestir y artefactos electrónicos. Con ayuda de las cámaras de seguridad, los uniformados verificaron que se trataba de la misma banda.

Su forma de cometer los ilícitos era ingresando a las tiendas, uno de ellos se encargaba de entretener a los vendedores, mientras el resto ocultaba la mercadería entre su ropa, utilizando además bolsos con compartimentos especiales para que no suenen las alarmas.

El coronel Vargas reafirmó el compromiso de la Policía Nacional en la lucha frontal contra la delincuencia organizada. En las primeras semanas de 2017, más de 30 personas fueron detenidas por distintos delitos en los cantones aledaños a Quito. Para este año, las investigaciones de los agentes de los diferentes servicios están encaminadas a erradicar el microtráfico y el robo a vehículos.