En NotiMundo al Día, Wagner Bravo, secretario de Seguridad Pública y del Estado, explicó que una de las estrategias para combatir al crimen organizado es mantener el control de los centros penitenciarios, y eso es lo que se busca con operativos como el ejecutado el miércoles 30 de agosto en la cárcel de Cotopaxi, donde se decomisaron artículos prohibidos y se hicieron algunos traslados de reos.
Sin embargo, reconoció que estas acciones conllevan reacciones por parte de las bandas criminales, como los dos atentados con coches bomba registrados la noche del miércoles en el centro norte de Quito. Otra de las repercusiones, dijo, es la retención de guías penitenciarios y policías, como los que se encuentran actualmente en la cárcel de Turi, en Cuenca.
Asimismo, Bravo descartó que la crisis carcelaria se haya salido de las manos y, por el contrario, aseguró que el Gobierno ejecuta los operativos con el objetivo de devolver la paz a la ciudadanía y tratar de retomar el control total de los centros penitenciarios, el cual reconoció no lo tienen por completo. «Tenemos que seguir actuando hasta el último minuto», apuntó.
Afirmó que el incremento de los hechos violentos en el país responde -en parte- a las acciones ejecutadas en contra del crimen organizado, como la incautación de 500 toneladas de droga desde mayo de 2021. Esto, aseguró Bravo, deja vacíos en el mercado negro y genera disputas entre bandas delictivas para ganar territorio. «Casi el 95% de fallecidos por armas de fuego este año, tiene antecedentes penales», apuntó.
Finalmente, anunció que se mantendrán los operativos en las cárceles y afirmó estar consciente de las repercusiones que pueden ocurrir, para lo cual la inteligencia de la fuerza pública -que continúa en proceso de reestructuración- se prepara para repeler los ataques que puedan generarse, como los ocurridos en la capital de la República. «No nos dejemos aterrorizar por estos actos», pidió Bravo a la ciudadanía.
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