Utilizaban diversas formas para traficar droga. Desde enviar cápsulas de cocaína en el cuerpo de una persona hacia el extranjero, hasta utilizar delgados hilos para esconder el narcótico y poder transportarlo con facilidad. Durante cuatro meses, todas estas formas de tráfico fueron observadas al detalle por los agentes de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO).

Ministerio del Interior

En rueda de prensa, Diego Fuentes, viceministro de Seguridad Interna; acompañado del general Ramiro Mantilla, director General de Operaciones; el general Nelson Villegas, director Nacional de Antinarcóticos; e Isolde Morales, presidenta de la Comisión de Reclutamiento del Ministerio del Interior, dio detalles sobre las operaciones.

Fuentes dio a conocer que para contrarrestar este delito, alrededor de 185 agentes de la ULCO, Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA), Grupo de Intervención y Rescate (GIR), Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y Criminalística, Aeropolicial, pusieron en marcha la operación Cóndor, en coordinación con la Dirección de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional. La madrugada de este lunes se desarticuló toda esta supuesta estructura delictiva dedicada al microtráfico y al tráfico internacional de estupefacientes.

La banda estaría conformada por ciudadanos nigerianos, colombianos y ecuatorianos, que operaban en las provincias de Carchi, Imbabura, Pichincha, Tungurahua, Chimborazo, Guayas y Sucumbíos. Según la autoridad, la investigación inició por el presunto delito de tráfico para el consumo interno, en julio pasado.

La red estaba conformada por un grupo de expendedores que vendía dosis en los barrios de Calderón, Carapungo, La Bota, Carcelén, La Marín, La Tola, El Recreo, La Ferroviaria, Santa Rita, Chillogallo y La Ecuatoriana. Los cabecillas de esta banda coordinaban las operaciones criminales desde el interior de los Centros de Rehabilitación Social de Tulcán y Quito (CRS), vía telefónica.

La droga provenía desde Colombia y era transportada vía terrestre. La misma era entregada a distribuidores en las provincias antes mencionadas. La investigación tomó un nuevo giro cuando los agentes descubrieron que el tráfico no solo se realizaba para el consumo interno, sino que además se enviaba el alcaloide al extranjero, a través de correos humanos y artesanías, resaltó la autoridad.

La droga llegaba hasta la parroquia de Atuntaqui (Imbabura), donde camuflaban el alcaloide en artesanías, prendas de vestir y otros objetos, cuyo destino internacional eran los países de Venezuela, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda, Alemania, Grecia, Holanda y España. Su forma de camuflaje era muy sofisticada, lo que les facilitaba evadir los controles policiales en los aeropuertos de Quito y Guayaquil, agregó la autoridad.

En Atuntaqui, una persona era la encargada de esconder la droga dentro de artesanías y hasta en hilos para evadir los controles en los aeropuertos y poder transportarlos con seguridad. Los envíos se realizaban desde el cantón Milagro, en Guayas. También reclutaban a personas de diversas nacionalidades para que llevaran la droga dentro de su organismo a distintos países de Centroamérica y Europa.

Dentro de las evidencias halladas en el operativo Cóndor están: 1.250 dólares en efectivo, teléfonos celulares, equipos electrónicos, comprobantes de depósito, pasaportes, artesanías, recibos de envíos de correos. Cabe señalar que esta operación tiene como antecedente cuatro operativos previos desarrollados en flagrancia, en los que se produjo la detención de seis ecuatorianos y la aprehensión de 519 gramos de cocaína y 11,16 kilos de marihuana.

18 allanamientos y 12 detenidos

Se realizaron 18 allanamientos en las provincias antes mencionadas, dos de ellos en el CRS de Tulcán y en el CDP de Quito. Los detenidos son José R.T., Gloria E.M., Raúl P.C., Hernán G.T., Niguer M.T., Simón O., Bryan S.E., Luis A.I., Luis, A.L., Carlos Q.S. Liseth P.C., quienes fueron entregados a la Justicia para continuar con los trámites legales pertinentes.

Diego Fuentes culminó señalando que estos resultados permiten fortalecer el trabajo que realiza la Policía Nacional. “Esperamos cerrar el año con la incautación de 100 toneladas de droga. El año anterior teníamos 77 toneladas y este año llevamos 74. Esto evidencia un incremento del trabajo antinarcóticos y la labor policial investigativa que fortalece el proceso de Justicia para contrarrestar la impunidad”.