En NotiMundo al Día, el ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, informó que 12 de las 36 prisiones del país cuentan con la presencia militar y policial permanente, pero al momento se evalúa ampliar la cobertura para garantizar un mayor control carcelario. Reveló que en estos establecimientos siguen encaletadas armas, dinero y otros objetos prohibidos.

Los últimos hechos violentos en Manta llevaron al presidente Daniel Noboa a disponer el traslado de la cúpula policial y militar, de forma temporal. El ministro de Defensa, Giancarlo Loffredo, resaltó la decisión y añadió que con ello se podrán delimitar estrategias en territorio para reducir la criminalidad.

Loffredo consideró que la medida del presidente Noboa fue acertada, ya que la ejecución de estrategias in situ permite una mejor articulación y por ende mejores resultados.

Con ello, esperan que los índices de muertes violentas en Manabí disminuyan y se pueda recobrar la paz en la provincia y en otras zonas violentas del país, sobre todo, en la zona costera ecuatoriana. Respecto de criminales de alto valor que están prófugos de la justicia, como Adolfo Macías, alias Fito, líder de la organización terrorista Los Choneros, insistió en que la guerra que se vive en el país es «de largo aliento», pero aseguró que están tras sus pasos para ponerlos ante las autoridades.

Alertó también que podrían venir retaliaciones por parte de las organizaciones delictivas, como reacción a los golpes que está dando la fuerza pública, pero enfatizó en que el país está en la ruta correcta para retomar la calma y reducir los niveles de criminalidad y homicidios.

En cuanto al control carcelario, Loffredo explicó que existe una semaforización para determinar qué establecimientos deben mantenerse con un resguardo permanente y cuáles requieren intervenciones periódicas.

Al momento, 12 de los 36 centros penitenciarios mantienen la presencia constante del Bloque de Seguridad, conformado por policías y militares, pero el Ministro adelantó que se está evaluando incrementar el número de centros de rehabilitación social que tienen presencia constante de los uniformados.

Parte del control que ahora existe en las cárceles, acotó Loffredo, es el hecho de que el servicio de internet ahora está destinado únicamente para las audiencias telemáticas de las personas privadas de la libertad (PPL) y no para uso de todos los reos, como ocurría antes del gobierno actual.

Sin embargo, reconoció que todavía existe camino por recorrer, pues existen caletas recubiertas de cemento que aún no han sido abiertas y donde están seguros que se almacenan armas, drogas y otros objetos prohibidos.

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