Mientras el Gobierno Nacional habla de una reactivación económica en el país, desde otros sectores, como el empresarial, se insiste en que los índices deben reflejarse en la generación de empleo adecuado. En Más Allá de los Hechos, con Fausto Yépez, tres expertos en la materia analizaron la situación del país y concluyeron que se deben hacer reformas estructurales para impulsar la inversión y mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos.

En Más Allá de los Hechos, Vicente Albornoz, decano de la facultad de Economía de la Universidad de las Américas (Udla), explicó que el Ecuador se debate entre la bendición de la estabilidad y la maldición de la inflexibilidad. Estabilidad por factores como la dolarización, que ha permitido tener una de las inflaciones más bajas del continente; pero, por otro lado, inflexibilidad debido a la falta de adaptación del mercado laboral, entre otros temas.

Señaló que la economía ecuatoriana crecerá en 2022 entre un 2.5 % y 3 %, que, aunque no es un mal indicador, se configura como un crecimiento «mediocre», pues podría ser superior. Además, dicho crecimiento no se ve reflejado en la generación de empleo, precisamente por la «inflexibilidad» que tiene nuestro país en el ámbito político, por ejemplo, donde los actores no llegan a un acuerdo para establecer reformas que permitan la atracción de capitales. «Una de las cosas absurdas es que estamos gastando hasta USD 6.000 en subsidiar combustibles», indicó Albornoz.

Asimismo, criticó que el Ejecutivo no ha podido reflejar el crecimiento económico, pues no existen buenos índices de empleo adecuado en el país, dando muestra de que dos tercios de la población está desempleada o tienen ocupaciones mal remuneradas. «El Gobierno no ha logrado hacer los cambios estructurales que necesita la economía, porque en gran parte es difícil de hacerlo; ha hecho más de una propuesta de cambios en el mercado laboral, pero han sido ignoradas», sentenció.

Además, recordó que el país lleva 13 años consecutivos de déficit fiscal, lo que da cuenta que el gasto es mayor que los ingresos que se perciben. Por ello, consideró fundamental que se estimule la inversión privada, nacional o extranjera, pues la pública «aporta poco al crecimiento y se presta mucho para abusos».

De su lado, Jaime Carrera, director del Observatorio de la Política Fiscal, explicó que Ecuador ha tenido en los últimos 42 años un crecimiento promedio de 2,7 % y la inversión extranjera no superó los USD 1.000 millones. Manifestó que la comparación con otros países de la región debe hacérsela con precaución, pues la economía nacional está dolarizada, a diferencia de los territorios que cuentan con moneda propia.

Rechazó que casi todos los sectores del país se han encargado de «dinamitar» las inversiones, y citó como ejemplos al cuestionado sistema judicial, la corrupción, la oposición de ciertos actores sociales que rechazan las reformas que plantea el Gobierno.

A esto se suma la inseguridad y la falta de trabajo en la Asamblea Nacional, que impiden que se puedan generar mayores recursos para la economía local. Recordó que en 2020 se logró acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el que se inyectaron USD 7.000 millones, lo cual fue fundamental para que la economía no colapse.

Finalmente, explicó que de los USD 1.700 millones de presupuesto que tiene el Gobierno, USD 800 millones se van en sueldos del sector público. Luego, USD 500 millones se van en la operación del Estado y lo restante se destina a seguridad social y al pago de intereses de la deuda interna y externa. Al momento, explicó que el déficit público superará los USD 2.000 millones.

Para, Carlos de la Torre, exministro de Economía, no se puede hablar de cuentas equilibradas si es que hay hospitales que permanecen sin medicina o patrulleros de policía sin gasolina. «Un buen manejo de la economía debe apuntar a mejorar el bienestar de la población; el equilibrio fiscal no puede ser a costa de ese bienestar», enfatizó.

De igual forma, indicó que, en 2021, de 28 países analizados en América Latina, Ecuador estuvo en el lugar 23 de crecimiento económico, lo que significa que el «empuje» que se debió dar desde la gestión del Gobierno, no sucedió. «Es muy fácil achacar todos los problemas de la economía a elementos externos a lo que es la responsabilidad del Gobierno», apuntó. Añadió que es necesario que se promueva la inversión que pueda desarrollar producción para exportación, con ciertas condiciones que sean rentables para el país, como en el área petrolera.

Mira el programa completo aquí: 

Escucha el programa completo aquí: