Este 26 de julio, Juan Andrés V, autodenominado ‘El Mangajo’ cumplirá dos años detenido y en este tiempo ya suma tres sentencias por delitos sexuales a menores de edad en su contra.
El último fallo se emitió la tarde de este lunes 29 de junio. En esta ocasión fue declarado culpable de realizar, almacenar y distribuir material pornográfico con la utilización de niños, niñas y adolescentes, y sentenciado a 13 años de prisión.
La audiencia de juicio se cumplió en el Complejo Judicial, con la presencia del imputado y bajo estricta medidas de seguridad. Según Diana Loja, abogada de la madre de la menor vulnerada, en la audiencia presentaron todas las pruebas y evidencia –incluido informes de los peritos informáticos- que confirmaron que el material pertenecía y salió del celular del acusado.
Esta investigación es parte de las siete denuncias presentadas en contra ‘El Mangajo’, desde julio del 2018, cuyos hechos generaron conmoción en Cuenca: cinco por violación, una por acoso sexual y otra por pornografía infantil.
Aunque en sus redes –que fueron bloqueadas después de la detención- el acusado mencionaba que se había aprovechado de 37 menores de edad.
Los colectivos de los menores de edad aseguran que muchos padres de familia no lo denunciaron por vergüenza. Según las investigaciones dirigidas por la Fiscalía, Juan Andrés V. buscaba a las adolescentes a través de las redes sociales, donde tenía varios perfiles.
Se hacía pasar por adolescente y cuando concretaba las citas, con engaños las llevaba a su departamento. En el lugar, supuestamente el acusado les ofrecía cocteles con grados de alcohol, que les hacían perder el conocimiento, la capacidad de movimiento y de reacción.
“Entones las abusaba y filmaba los actos”, dice en uno de los procesos. Por esos hechos tiene dos fallos por violación y otra por pornografía infantil.
La mayor sentencia es de 29 años y cuatro meses de privación de libertad y el pago de USD 5 000 por reparación integral por violación a una adolescente de 14 años de edad. Esa sentencia fue ratificada en segunda instancia por un Tribunal Penal.
Fuente: El Comercio -Nota original : LINK