Poco más de 40 minutos duró la segunda ampliación de versión que rindió la mañana de este miércoles el exasambeísta Daniel Mendoza antes de acogerse a su derecho constitucional al silencio. Mendoza es uno de los 19 procesados por el delito de delincuencia organizada relacionado con la fallida construcción del hospital de Pedernales, en la provincia de Manabí.

Créditos: El Comercio

El exlegislador manabita en su nueva versión no se refirió en ningún momento al teléfono celular, la grabadora de voz o el dispositivo de almacenamiento electrónico que entregó a la Fiscalía el 20 de agosto pasado el padre de Mendoza. A quien si se refirió fue a su excompañero de la Asamblea Nacional, Eliseo Azuero, asambleísta por Sucumbíos, que es procesado en esta causa y mantiene vigente una orden de prisión preventiva.

Según Mendoza, Azuero le habló de que él había recomendado el nombre del también investigado en este caso René Tamayo para la Secretaría de Contratación de Obras (Secob), debido a que lo conocía hace muchos años, gozaba de su confianza y había trabajado con él en el pasado cuando ejerció cargos de elección popular en Sucumbíos.

El exlegislador recordó que en alguna ocasión Azuero le contó que «estaba tomando control de la institución recomendándole al recientemente posesionado ingeniero (René) Tamayo, otros perfiles profesionales. Uno de esos perfiles recomendados habría sido el de Jorge Jalil, otro de los investigados por ser parte de organización que se conformó para el cometimiento del delito analizado.

El 11 de agosto pasado, Tamayo en su ampliación de versión ante el fiscal Xavier Rosero reconoció que fue «un pedido y recomendación del asambleísta Elíseo Azuero» el que se saque del cargo de subdirector técnico del Secob a Patricio Morales y en su reemplazo se nombre a Jorge Jalil.

En otro momento, Eliseo Azuero le habría comentado a Mendoza que había sido adjudicada por segunda ocasión la obra del hospital de Pedernales. En ese momento, explicó Mendoza, él solicitó que se pueda coordinar lo relacionado a la mano de obra local que sería necesaria para dicha construcción. «Siempre fue mi intención ayudar a la mayor cantidad de personas», dijo.

Mendoza también indicó que ante la solicitud de Eliseo Azuero para efectivizar ciertos cheques, él solicitó a su asesor Jean Carlos Benavides, otro de los procesados, que «pusiera en contacto a la persona delegada por Eliseo Azuero con el gerente provincial del banco».

«Entiendo que en un primer momento no tuvieron problemas en efectivizar valores, pero más adelante, producto de la poca movilidad debido a la pandemia, se complicaron dichas gestiones. Momento en el que empecé a recibir llamadas insistentes de Eliseo Azuero indicándome que debía de cumplir con sus compañeros de bancada. Ante la presión le solicité a mi asesor que se apersone de dicha logística para poder ayudar en la solicitud del asambleísta Azuero y de esta forma, llegado el momento, nosotros poder ayudar también a ciudadanos manabitas con plazas de trabajo», apuntó Mendoza.

El ahora exasambleísta aclaró que la persona delegada por Eliseo Azuero y Jorge Jalil para que realizara dicha «efectivización» era Franklin Calderón, otro de los procesados en esta causa judicial.

Mendoza aseguró no conocer ni haber tenido ninguna relación con funcionarios de la empresa adjudicada del Consorcio Pedernales-Manabí y refirió que su participación en el proceso relacionado con el hospital de Pedernales fue «meramente de apoyo logístico para que una vez efectivizados dichos valores, los mismos les fueran entregados al asambleísta Azuero».

Para la 16:00 de este miércoles ha sido convocado por Fiscalía para que el asambleísta Eliseo Azuero amplíe su versión en este caso de forma telemática.

Nota Original: El Universo – LINK