Para Fuertes, las últimas medidas adoptadas por el Gobierno no deben hacer perder de vista que existen otros elementos que deben caracterizar a la gestión de la administración de Daniel Noboa. A su criterio, la declaratoria de conflicto armado interno, a inicios de 2024, debía venir acompañada de otras acciones, más allá de los tres puntos que se incrementaron en el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
A partir de esa declaración, debía propiciarse una búsqueda consensuada de esquemas de combate efectivos al narcotráfico y a al crimen organizado, explicó Fuertes. Añadió que ocurre lo mismo en la crisis energética. «Lo elemental era que se siente a dialogar desde una posición de liderazgo, con los sectores políticos y técnicos, para encontrar salidas consensuadas», dijo.
Sin embargo, lo que ocurre es que pese a estas dificultades en varias áreas, el primer mandatario no ha buscado acuerdos y un ambiente de serenidad con otros sectores. Según Fuertes, la gestión política del Gobierno es desacertada, pues, en lugar de pacificar el ambiente, ha contribuido a enervar el conflicto, aún más en un ambiente preelectoral.
El exfuncionario añadió que la personalidad de Noboa se ha trasladado a las actuaciones de su gabinete, evidenciado actitudes de «hooligans». «Es un pecado mortal formular observaciones y críticas; esto es una preocupación más allá de la lógica electoral, sino que constituye algo que está en la estructura congénita de este Gobierno», acotó.
Recordó que parte de las razones de su salida del Gobierno de Guillermo Lasso, fue algo similar a lo que hace Noboa: acusar a ciertos actores políticos de varias irregularidades, pero que nunca presentar pruebas.
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