Segundo Manuel Toapanta, de 48 años, residía en la Ciudadela Ecuatoriana, sur de Quito, junto a la vivienda de su hermana Teresa. No tenía esposa ni hijos. Vivía solo. Se había separado de su mujer hace unos 25 años.
En el Departamento Médico Legal de la Policía se verificó al mediodía de hoy la causa de su muerte tenía que ver con el consumo de alcohol métílico.
Según uno de sus hermanos, el fallecido era un bebedor frecuente pero no se encontraba enfermo. “Cuando llegué aproximadamente a las 19:00, lo encontré agonizante, botaba sangre por la boca y tenía los ojos como hinchados”, expresó un sobrino del difunto.
En vista que la ambulancia de los organismos de salud pública tardó en llegar, el moribundo fue embarcado en un automotor particular y llevado al Hospital del Sur.Aquí falleció una hora más tarde. Los médicos sospecharon que podría tratarse de una intoxicación metal y recomendaron a los familiares poner atención en el informe de la autopsia.
Piden ayuda
Los parientes de Segundo Manuel son de escasos económicos. Ayer no sabía cómo financiar los servicios fúnebres y el nicho, para la sepultura del cadáver. “Quisiéramos que alguna autoridad nos ayude en estos gastos”, exclamó Rubén Toapanta, hermano del fallecido.
No tenía ningún seguro, trabajaba de jornalero, y en muchas ocasiones vivía de la ayuda de familiares y amigos.
EL DATO
Los familiares lograron unas muestras del licor que habría consumido el difunto para entregárselas a las autoridades de Salud.
