Vela explicó que su defendido sufrió tratos inhumanos previo a su fallecimiento, pues aproximadamente 2 semanas antes, se lo «abandonó» en un hospital, sin la atención médica necesaria ni el conocimiento de su familia. Este es uno de los procesos donde se intentará obtener justicia.
El abogado recordó que el origen del caso fue un tema de dinero, ya que Serrano era socio, junto con otras dos personas, de una de las compañías donde se produjeron los crímenes. En junio de 1997, uno de los socios sacó USD 1 millón de las cuentas de la empresa, lo que provocó la reacción y confrontación de Serrano, pero esto derivó en que el ecuatoriano salga de la misma.
En diciembre de ese mismo año, en Bartow, ciudad del condado de Folk, cuatro personas fueron asesinadas a tiros en la empresa Erie Manufacturing: George Gonsalves, Frank Dosso, Diane Dosso Patisso y George Patisso (el hijo, la hija y el yerno de Phill Dosso, exsocio de Serrano). Tras el crimen, el segundo socio desapareció y todas las acusaciones se centraron en Serrano, sin que se presenten pruebas contundentes.
Incluso, relató Vela, se omitió el hecho de que una de las víctimas estaba involucrada en una mafia de narcotráfico y debía USD 1 millón a uno de los capos, lo que coincide con la cifra que desapareció de las cuentas de la compañía meses antes. El día del crimen, Serrano no estaba en Florida, sino en Atlanta, Georgia, pero esto tampoco fue tomado en cuenta.
Recordó que hubo autoridades ecuatorianas involucradas, que secuestraron a Serrano en un hotel de la capital y posteriormente estuvo «oculto» en una jaula para perros, en el Aeropuerto Mariscal Sucre. «Había sido torturado y se lo sacó en un vuelo comercial», lamentó. Las personas involucradas en Ecuador no fueron sancionadas. «Todos tendrán en su conciencia el secuestro y la vida de Nelson», apuntó.
Vela insistió en que cuentan con pruebas para demostrar la inocencia de Serrano y que así el caso no quede impune. Los restos del compatriota serán traídos al país, posiblemente en Octubre, para esparcir sus cenizas en el volcán Cotopaxi, como fue su voluntad.
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