A dos semanas de celebrarse la segunda vuelta electoral en Ecuador, el panorama no logra definirse y los números de ambos candidatos son, relativamente, iguales.

En Decisión Ecuador 2025, con Jorge Ortiz, el consultor político Antonio Ricaurte, señaló que el debate presidencial no logró definir las preferencias del electorado ni inclinar la balanza hacia ningún candidato. Esto debido a la falta de claridad en las ideas expuestas y el enfrentamiento constante que se evidenció durante el evento.

A esto se suma la «mala campaña» que han realizado Luisa González, presidenciable de la Revolución Ciudadana, y el presidente-candidato Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional (ADN).

Ricarte alertó que esto podría decantar en una posible victoria del correísmo, pues el techo de esta tendencia bordea el 48%. «El debate fue un empate entre dos candidatos que no tienen estrategia, ni estratega, y si lo tienen, son muy malos alumnos», apuntó.

No obstante, en el ejercicio del poder, Noboa tiene una posibilidad de reelegirse, señaló Ricaurte, siempre y cuando en el tiempo que resta de la campaña electoral se define una estrategia política clara para llegar a los indecisos.

Para la politóloga Sofía Cordero, el correísmo está utilizando todo tipo de argucias para lograr convencer al electorado, inclusive, la denominada «campaña sucia». Esto ha derivado en que, incluso quienes fueron perseguidos y sancionados durante los 10 años de gobierno de Rafael Correa, hayan olvidado lo lesivo de este régimen.

Si bien reconoció que desde el mandato de Daniel Noboa se han cometido varias fallas, no se puede poner «en el mismo saco» a ambos candidatos, pues existen diferencias abismales, en materias como el sistema económico del país y el respeto a las libertades.

Según Cordero, es inconcebible que, incluso desde sectores como la academia o el de los líderes de opinión, se debata entre dos supuestos modelos de gobierno, ya que no se podría calificar así a la propuesta de la RC, que ha estado empañada con vínculos de corrupción e, incluso, narcotráfico.

Andrés Páez, exlegislador de la República y analista político, compartió el criterio de Cordero, y recordó la persecución de la que fue víctima durante la década correísta. En este sentido, exhortó a la ciudadanía a determinar su posición, pues explicó que «no es momento de neutralidades«.

A su criterio, en una eventual reelección de Noboa, el país podría evaluar el mandato y, en caso de ser necesario, reemplazarlo después de cuatro años. Con el correísmo, eso no ocurriría, pues su objetivo, afirmó, es permanecer en el poder de forma indefinida.

Para Páez, la elección del próximo 13 de abril no será «una más», pues están en riesgo factores como la preservación de las mínimas libertades, lo que hace que este balotaje se defina como «entre la vida y la muerte».

José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES), resaltó que durante estos 15 meses, Daniel Noboa ha tomado algunas medidas impopulares, pero necesarias, como el incremento del impuesto al valor agregado (IVA) al 15% y la eliminación del subsidio a los combustibles. Explicó que, en caso de que retorne el correísmo al poder, la economía ecuatoriana podría sufrir una debacle.

Respecto a las posibles intenciones de crear una moneda paralela al dólar, Hidalgo precisó que la idea de esta tendencia es tener al Banco Central como un «mero ejecutor» de las políticas que formule el Ejecutivo, lo que traería una crisis económica sin precedentes para el país.

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