El Fondo Monetario Internacional (FMI) modificó los pronósticos de crecimiento de Ecuador y el resto de Latinoamérica para 2023 y 2024. Según su nuevo informe de Perspectivas Económicas Mundiales, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentará 1,4% en 2023, lo cual equivale a la mitad de la previsión de inicios del año, cuando sostuvo que la economía crecería 2,9%. La perspectiva para 2024 también pasó de 2,8% a 1,8%.

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En NotiMundo A La Carta, Larry Yumibanda, analista económico, explicó que Ecuador viene con una tasa baja de crecimiento desde 2015 lo cual se ha visto evidenciado en el deterioro de los indicadores sociales como seguridad, salud, educación y empleo.

Precisó que la disminución de las proyecciones económicas del país responde a varios factores, entre ellos, una desaceleración mundial y proceso de desinflación.

Según Yumibanda, estos indicadores de crecimiento lento para Ecuador no son de ahora, sino que se viene arrastrando desde 2015. Por esa razón, aseguró que se está gestando un proceso de “decenio perdido” que involucra la tasa de crecimiento de 2015 hasta 2024 la cual está en 0,4%, “es un nivel de crecimiento sumamente bajo para el país y eso también evidencia un deterioro en los indicadores sociales y los procesos de migración”, manifestó.

Entre los indicadores que afectan directamente al crecimiento del PIB en la región, están el bajo nivel de inversión privada y pública así como el nivel de exportaciones que ha empezado a desacelerarse.

Aunque la inestabilidad política en Latinoamérica también influye en las previsiones económicas, Yumibanda señaló que si los gobiernos generan seguridad jurídica, “les va bien”.

Agregó que la inseguridad que enfrenta Ecuador es un factor que incide en la forma para hacer negocios. Por eso, dijo que va a ser importante que el próximo gobierno busque equilibrios y que considere que la inversión privada va a ser crucial para el despegue de la economía ecuatoriana.

En ese contexto, recomendó el fortalecimiento del Estado, limpiarlo de la corrupción y hacerlo más eficiente.

Finalmente, afirmó que, si se extiende el conflicto entre Israel y el movimiento radical Hamás, se puede dar una fuerte presión en el mercado petrolero que puede hacer que el precio del petróleo se mantenga por encima de los USD 80 y la inflación mundial no pueda bajar.

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