En Notimundo al Día, el exgerente del Metro de Quito, Édison Yánez, manifestó que el inicio de la operación comercial de ese medio de transporte demostró una total improvisación, que responde a cálculos políticos. Explicó que en 2020 se había advertido que si se cambiaba el modelo de gestión aprobado en ese entonces, basado en estudios efectuados desde la administración municipal de Augusto Barrera, el Metro tardaría dos años más en funcionar, y eso fue lo que sucedió.
Uno de los principales problemas, indicó Yánez, es que hasta el momento no existe el presupuesto requerido para contratar el mantenimiento de los subsistemas, como los ascensores, las rieles, sistemas de comunicación, o de los mismos trenes. «Hay 4 trenes que se están moviendo y en el resto todavía ni siquiera se actualiza el software», apuntó el exfuncionario, por lo que alerto que la administración del alcalde electo, Pabel Muñoz, deberá contar con al menos USD 20 millones más para contratar el mantenimiento.
Según Yánez, los trenes que están en funcionamiento ya tuvieron el mantenimiento requerido, pero no se conoce quién lo hizo, por lo que las garantías de seguridad del sistema de transporte no estarían del todo dadas. Otra de las falencias, añadió, es que no hay un protocolo de emergencias, para casos que se puedan generar en los andenes, tras estampidas como las registradas durante los dos primeros días de viajes pagados.
Señaló que la fase de pruebas debería concluir en octubre, para que el operador internacional pueda tomar la fase de preoperación y posteriormente lograr la operación comercial a finales de 2023. «Espero que el operador internacional no esté involucrado, porque sería desastroso que empresas de ese prestigio se presten a este juego», agregó.
Finalmente, explicó que, durante su administración, había un presupuesto de USD 5 millones para el sistema de recaudo, para completar los validadores faltantes. La norma técnica de la ciudad establece que para el pago no se requiere la creación de una cuenta, y que se lo puede hacer por cualquier forma, tanto en efectivo como por tarjeta de débito. «Contrataron un sistema por USD 12 millones que emite boletos, una tecnología de hace 20 años», criticó.
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