La Dirección General de Aviación Civil del Ecuador, a través de un comunicado, afirmó este jueves no ha emitido ningún pronunciamiento oficial, ni técnico, ni legal, por el cual se haya sobreseído a la tripulación de la aeronave Embraer 190, que cubría la ruta Quito-Cuenca el pasado 28 de abril y sufrió un incidente al momento del aterrizaje.

Esto, después que TAME difundió este jueves un comunicado de prensa en el que aseguró que la entidad reguladora reconoció que los pilotos de la aeronave actuaron de acuerdo con los protocolos de seguridad establecidos y realizaron los procedimientos propios de su calidad profesional y personal.
En este sentido, la DGAC indicó, además, que la Junta Investigadora de Accidentes (JIA) aún no está en condiciones de emitir un pronunciamiento sobre las causas que motivaron el accidente. «Una vez concluida la investigación, se emitirá un proyecto de informe final que será remitido a los Estados que de una u otra manera intervinieron en el proceso investigativo», dijo.

 

Asimismo, informó que los resultados de los estudios a los computadores de datos, voz y otros sistemas de la aeronave conocidos como cajas negras, ya se encuentran en el país y fueron analizados por los técnicos de JIA. «Otros componentes se enviaron a talleres especializados en los EEUU, en espera de un turno para la revisión», detalló el comunicado.

 

Mientras tanto, este miércoles compareció en la Comisión de Gobiernos Autónomos de la Asamblea Nacional el Director General de Aviación Civil, Roberto Yerovi. En la reunión estuvieron también los asambleístas por Azuay, Rosana Alvarado y Diego Vintimilla, quienes siguen de cerca el tema, pues la suspensión de vuelos afectó a esa zona del país, lo que se demuestra con una baja significativa en el número de personas que visitan la capital azuaya.

 

Roberto Yerovi aclaró que no es responsabilidad de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) el aterrizaje o despegue de los aviones, pues cada compañía debe bajar el peso de la carga cuando existen condiciones adversas. Esta explicación generó controversia, pues para el asambleísta René Yandún, no tiene lógica que la DGAC se limite únicamente a informar sobre el tráfico aéreo. “¿Quién autoriza el despegue y aterrizaje de los aviones? Preguntó Yandún,  cuestionamiento al que Yerovi respondió diciendo que no es posible que ellos trabajen con el peso y balance de las aeronaves, porque eso es responsabilidad de cada línea aérea.
Yerovi aseguró que antes de la intervención hecha en febrero no existían reportes de deficiencias en la pista. Sin embargo, cuando terminaron los trabajos y luego de realizar varias pruebas en donde se simulaba con motobombas agua en la pista, antes del incidente de abril, se envió un notam (alertas con información a tripulantes de las condiciones de operatividad) en donde se comunicaba de los riesgos que existían de operar con la pista mojada. Esa información se mandó a todo el mundo para que las aerolíneas conozcan los riesgos que existen. “El nivel freático es peligroso, porque hay agua bajo la pista”, aclaró.