Según el funcionario, la apertura de esa oficina significa “la promoción de los bienes y de la oferta exportable del Ecuador” y hacer contactos para que en la siguiente ronda de negocios, que se abrirá en junio próximo en la ciudad portuaria de Guayaquil, ya existas empresas iraníes que se reúnan con cerca de 500 empresarios ecuatorianos para hacer negocios.
“Estamos hablando de un país productor de automóviles y una vez que se le han levantado las sanciones comerciales, muy injustas, puede integrarse a un sistema mundial de pagos e incrementar el volumen de comercio que ya existe con otros países de América Latina”, destacó Aulestia en entrevista con Andes.
Entre los beneficios de abrir una oficina comercial, el funcionario destacó el hecho de incrementar las exportaciones del país y lograr un mejor nivel de vida para los ecuatorianos y las mejoras en la cadena productiva del país que genera mayores plazas de empleo.
En enero pasado Estados Unidos levantó las sanciones comerciales a Irán, por supuestamente desarrollar un plan nuclear. En esa ocasión el presidente Rafael Correa manifestó que dichas sanciones eran “absolutamente injustas” y se congratuló por la decisión, al tiempo que anunció la apertura de una oficina comercial en ese país.
“Cuando abrimos la embajada de Irán en Quito y la de Ecuador en Teherán nos metieron en el GAFI (Grupo de Acción Financiera), por sospechosos de financiar terrorismo y lavado de activos (…) lo que queríamos es comerciar (…) y nunca pudimos hacer una transacción”, dijo Correa en un conversatorio con la prensa internacional en esa ocasión.
Las autoridades ecuatorianas no descartan una visita oficial a la nación persa para definir futuros mercados.