Con el inicio del conflicto con Rusia, miles de ciudadanos buscan salir desesperadamente de Ucrania para encontrar refugio, entre ellos, cerca de 700 compatriotas intentan regresar al Ecuador.

Crédito: Reuters

Alexandra Constante, suegra de Alexandra Beltrán, quien es médico y estudiante en Ucrania, dice que desde el inicio del conflicto, su nuera ha estado sola con 22 estudiantes, 3 de ellos colombianos, quienes con sus propios transportes decidieron salir de Kiev. Indicó que Beltrán ya se encuentra en la frontera con Polonia, pero por el tráfico deberá esperar un poco más de tiempo, pues los obstáculos que tiene que atravesar aun son varios. “Mientras ella no esté a salvo, en un lugar seguro, es más doloroso. Si hubiera una ayuda probablemente estuvieran ya adelante”, expresó Constante.

Alexandra Beltrán explicó que salieron de Lviv hacia la frontera, se supondría que solo son 20 minutos de distancia, pero lleva más de 3 horas. “En un punto de la fila los ucranianos no nos dejaban pasar, se pusieron delante de nosotros, quisieron tumbar el auto, se ayudaban entre ellos y nos iban relegando”, denunció. Además, ella asegura que esto se debe a un trato discriminatorio porque sus placas son extranjeras y les dicen que son de otra nacionalidad.

Indicó que le escribió al canciller, Juan Carlos Holguín; al cónsul, Luis Narváez, y a otra persona de la institución, contándole acerca de esta situación para ver la posibilidad de ir atrás del bus que se supone trasladará a los ecuatorianos y no ha recibido respuesta. “Estoy a cuatro horas, hablando de que un carro avanza cada 20 minutos”, Beltrán describe la situación. Ella dice que tuvo que regresar 20 kilómetros para reunirse con otro auto de compatriotas y describió que son una caravana de 5 carros.

“Un compañero de nosotros que se encuentra ya en Polonia a salvo, nos dice que en el camino los ucranianos tampoco dejaron pasar a unos hindús, entonces los hindús han tenido armas en su auto y han disparado al cielo y les dejaron pasar, detalla Beltrán.

Alexandra afirma que en su camino solo han visto militares movilizándose y asegura que su camino ha sido relativamente tranquilo. Sus dos hijos, uno de 6 años y otro de 3, lo esperan en el Ecuador junto a su suegra y el resto de familia, confiando en que ella llegará bien a casa.

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