Pero solo luego de un informe técnico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército se decidirá si la estructura debe ser derrocada o se iniciará su rehabilitación. Esta fue saqueada, incendiada y destruida de forma intencional el pasado 12 de octubre, según la evaluación de los Bomberos.
Se trata de cuatro bloques. El primero, en donde se realiza la gestión de cauciones (información entregada por servidores públicos), sufrió destrozos en su infraestructura, tiene ventanas rotas y mobiliario removido de su sitio. Ahí se lanzaron bombas molotov sobre restos de llantas y otro material inflamable.
El incendio del segundo bloque, de fiscalización, fue causado en los dos primeros niveles y dejó una imagen desoladora y el mobiliario totalmente destruido, según el informe de los casacas rojas.
El edificio de hormigón armado más nuevo, que está en la avenida Seis de Diciembre y Tarqui, tiene similares afectaciones, pero este aún no ha sido entregado de forma definitiva por los ingenieros del Ejército, a cargo desde 2013.
Fuente: El Comercio, nota original aquí: LINK