Estas salidas se producen días después de que el exministro de Energía y Minas, Juan Carlos Lui, renunciara a su cargo tras reconocer que había mantenido una reunión secreta con representantes de la empresa brasileña, inmersa en incontables casos de corrupción a lo largo y ancho del continente.
La salida de estos altos funcionarios del Gobierno se suma a la del fiscal general designado para el caso “Lava Jato”, Jorge Ramírez, ampliamente cuestionado por sus supuestas gestiones a favor de la constructora brasileña Odebrecht, señalada como una red de sobornos a nivel regional a cambio de concesiones de obras públicas.
Después de Brasil, Perú es el país donde más fuerza ha cobrado el escándalo de Odebrecht. Los últimos cuatro presidentes peruanos están bajo investigación en relación con supuestos sobornos pagados por la constructora, cuyos tentáculos llegan a todas las zonas de la región. Uno de ellos, Alan García (2006-2011), optó por dispararse un tiro en la cabeza cuando iba a ser detenido por su supuesta implicación en uno de estos casos.
Fuente: El Telégrafo, nota originalaquí: LINK