Omar Landázuri, gerente de Operaciones de EMGIRS, señaló que el cierre técnico del relleno sanitario de El Inga no será inmediato, sino que se producirá una vez culminadas las operaciones, es decir, será una acción a largo plazo. 

Créditos: El Telégrafo

En Notimundo al Día, Omar Landázuri, gerente de operaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos de Quito (EMGIRS-EP), informó que todavía se debe hacer el seguimiento al relleno sanitario de El Inga, «pues se siguen produciendo lixiviados y biogás«. La lixiviación es un proceso de separación de sustancias de una matriz sólida mediante disolventes líquidos, mientras que el biogás es el combustible generado por biodegradación de la materia orgánica.

Sin embargo, informó que se iniciará una parte del cierre técnico, que consistirá en realizar un estudio para verificar el estado de los cubetos, que son recipientes utilizados durante el trasvase de sustancias peligrosas, para evitar la contaminación ambiental. «No es un asunto que se determina de la noche a la mañana», añadió.

Landázuri resaltó que ya se han tomado acciones en torno al tema, entre ellas, el contrato suscrito el pasado septiembre de 2021, con un consorcio México-Ecuatoriano, que tratará los lixiviados de las respectivas piscinas. «Estamos esperando los análisis de un laboratorio acreditado que indicará si se cumple con la tabla 9, establecida por la ley Ambiental«, dijo.

El funcionario anunció que se tratarán 182.500 metros cúbicos de lixiviados en el lapso de un año y medio, mientras que en la planta de EMGIRS se está repotenciando la maquinaria para dar un tratamiento adecuado del agua. También explicó que en el relleno sanitario se adecuaron sitios para colocar canales de recolección de lixiviados y biogás, canales de agua lluvia, y demás infraestructura para operar de forma técnica. Gracias a ello, dijo, se cuenta con la licencia emitida por el Ministerio de Ambiente.

Anunció su intención de «hacer bien las cosas« y enmendar los errores de administraciones pasadas, para beneficiar a los moradores de las zonas aledañas. Recordó que el relleno sanitario El Inga ha operado por 20 años, pero reconoció que no se han escogido a las mejores personas para administrarlo. «Estamos de acuerdo con el malestar de la ciudadanía, pero nos corresponde hacer las cosas de forma correcta desde que asumimos las labores«, apuntó.

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