La privacidad de los dispositivos móviles cuando se está en una relación amorosa tiene sus limitaciones, de acuerdo con recientes investigaciones un tercio de la población espía a sus parejas.

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Pese a todo, el 80% de los usuarios cree que las parejas deben tener un espacio privado propio, tanto online como offline, según un estudio

Un tercio de los internautas con relación estable admite espiar online a su pareja para conocer su actividad en la Red, La cifra se incrementa hasta casi la mitad en el caso de las relaciones no estables.

Según una encuesta de la compañía de ciberseguridad Kaspersky Lab desarrollada por Toluna, el papel de la privacidad y la transparencia en las relaciones de pareja está cambiando «por la presencia de dispositivos digitales y de actividad online». Así, según el estudio, el 80% de los usuarios cree que las parejas deben tener un espacio privado propio, tanto online como offline.

Por su parte, el 70% valora más sus relaciones que su privacidad, mientras que la mitad de las parejas comparte abiertamente los códigos PIN y contraseñas de sus dispositivos. Además, una cuarta parte de los encuestados tiene sus huellas digitales reconocidas en los dispositivos de sus parejas. La investigación se realizó en enero de este año y evaluó las experiencias de 18.000 personas pertenecientes a 18 países, que han estado en una relación por al menos seis meses.

El estudio de también ha concluido que uno de cada tres usuarios de Internet entrevistados admite espiar a su pareja online para ver qué hace. La cifra se eleva a casi la mitad en los casos de relaciones no estables. Asimismo, según la encuesta, las parejas infelices son más propensas a pensar que su privacidad se encuentra en peligro (31%), en comparación con aquellos con una relación feliz (15%).

Precisamente, un 76% de las parejas menos felices quiere mantener en privado algunas de sus actividades, frente al 54% de aquellos que se encuentran en una relación satisfactoria. Entre los principales asuntos que suelen ocultar se encuentran el contenido de los mensajes que se envían a otras personas, cómo gastan su dinero, algunos archivos personales y los sitios web visitados. Un 33% de las parejas encuestadas ha discutido después de que alguno de los dos haya visto algo que el otro no quería compartir.

El amor en los tiempos de internet

Esta práctica es más común de lo que parece. En los últimos años, incluso, se han lanzado diversas aplicaciones móviles -por responsabilidad este periódico se niega a recomendarlas- que prometen tener acceso, en caso que se instala en el móvil de la otra persona, a todas sus actividades en internet. Unos servicios, no obstantes, que están tipificados como delito en España. Espiar el móvil y exigir la geolocalización se han convertido, a su vez, en las formas de violencia de género más comunes en internet. Estas y otras prácticas han sido calificadas como «no permisibles en una relación de pareja sana» por la compañía de ciberseguridad ESET.

Una de cada cinco mujeres españolas ha experimentado abusos o acoso en Internet al menos una vez, según alerta un estudio desarrollado por Amnistía Internacional. La estadística sube hasta una de cada tres cuando se refiere a recibir amenazas físicas o sexuales, lo que supone una pérdida de autoestima y confianza para al menos la mitad de las mujeres españolas afectadas. Un escenario que se repite: según otro informe de Women´s Aid, el 41% de las víctimas de violencia doméstica son controladas con algún tipo de software.