En Notimundo al Día, Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas y Encontradas sin vida en Ecuador (Asfadec), señaló que el hallazgo del cuerpo sin vida de María Belén Bernal deja más incógnitas que respuestas, pues existen incongruencias en las versiones emitidas por parte de las autoridades estatales.
Condenó que el gobierno haya tardado en las investigaciones sobre su desaparición, desde el 11 de septiembre al interior de la Escuala Superior de Policía, ubicada en Pusuquí, en el norte de Quito. Además, criticó que las cifras de desaparecidos en Ecuador no sean las mismas entre el Ministerio de Gobierno, la Dinased, y la Fiscalía General del Estado, con lo que no se puede establecer a ciencia cierta cuántos de estos casos continúan ocurriendo en el país.
De enero a octubre de 2001, la Fiscalía reportó más de 2000 casos de personas desaparecidas, sin embargo, hasta la mitad de 2022 no se ha informado cual es el avance en el proceso de búsqueda de los mismos. «Con una desaparición, nuestra vida se va acabando, no vuelve a ser la misma; nos vamos enfermando cada día, porque el Estado ecuatoriano tampoco cumple con darnos salud física y mental», criticó Rueda.
Recordó el caso de Álvaro Nazareno, de 27 años, que desapareció el 14 de marzo de 2011, de la sala de emergencia del hospital Eujenio Espejo de Quito. Hasta ahora, pese a los esfuerzos de la familia por conocer el paradero del joven, no se ha dado respuesta desde el gobierno ni la casa de salud. «Allí todos se tapan unos con otros. El espíritu de cuerpo no es solo en la policía, sino en estos hospitales, pues saben la verdad pero no quieren hablar», acotó.
Frente a las disculpas que ha ofrecido el Estado frente a la desaparición y asesinato de María Belén Bernal, Rueda dijo que estas no sirven de nada, pues si en verdad lo sintieran se harían correctivos para que los casos no se sigan repitiendo. «El Estado sigue siendo indolente e inoperante», puntualizó.
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