El mismo día en el que el Gobierno hizo pública la Carta de Intención al Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo difundió una entrevista con Anna Ivanova, economista principal para Ecuador en el FMI, en la que analiza los pormenores del plan económico.
La decisión del país de acudir al Fondo, según Ivanova, es producto de la actual situación de Ecuador, en donde se aplicaron políticas que “no eran congruentes con el régimen de dolarización”.
En los últimos 10 años, los aumentos salariales fueron superiores al crecimiento de la productividad y eso menoscabó la competitividad del país, sostiene.
La economista considera que el desplome del precio del petróleo en 2014 y la posterior apreciación del dólar de EE.UU. “dejaron al descubierto la debilidad subyacente de la economía”.
Para financiar los desequilibrios fiscales, el gobierno anterior recurrió al financiamiento del Banco Central. La deuda pública se duplicó en los últimos cinco años y las reservas internacionales cayeron a niveles muy bajos.
El Plan de Prosperidad presentado por el actual Gobierno apunta, entre otros objetivos, a mejorar la competitividad y productividad.
¿Cómo? Ivanova considera que, al ser una economía dolarizada, “el país tendrá que recurrir a políticas que permitan una devaluación interna”. Una de las vías es contener el gasto público mediante la optimización de la masa salarial.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK