Alvear explicó que la ausencia de lluvias, el bajo nivel de caudal que abastece al complejo Paute y a la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, así como la baja generación por parte de las termoeléctricas, llevan a pensar que las horas de racionamiento podrían aumentar. «Me atrevo a decir que, si es que la situación sigue igual, vamos a llegar a 18 o 24 horas (de apagones)», alertó.
Respecto a la posible reanudación en la venta de energía por parte de Colombia, explicó que el Gobierno de ese país ha aclarado que ello se dará siempre y cuando se cuente con el suficiente suministro para abastecer a la población colombiana. Además, dijo Alvear, el costo por kilovatio es extremadamente alto ($ 0,30), pero eso no representa un «abuso» por parte de las autoridades de ese país, sino que es fruto de la falta de previsión y ahora se impone el costo de oportunidad.
En este sentido, cuestionó la improvisación de algunos funcionarios encargados del sector eléctrico y la falta de acción durante este 2024. «Es como un chico que no estudió en todo el año escolar y el último trimestre quiere salvarse del supletorio; el Estado es ese chico», lamentó. Adelantó que lo máximo que vendería Colombia, en caso de concretarse la negociación, sería cerca de 170 megavatios.
Acotó que, al no tener previsiones de lluvias, la ciudadanía tiene que ser solidaria, en el sentido de ahorrar la energía eléctrica, «porque la situación que se viene es muy oscura», advirtió.
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