Sin una agenda de competitividad -dijo Landázuri- el país tendrá serias afectaciones en el empleo, y de esto carece desde hace seis años, por lo menos. Con la crisis energética, añadió el experto, las pérdidas económicas son incalculables y esto, con la reducción de aranceles para productos chinos, se pone al Ecuador en desventaja, porque con los apagones «ni siquiera se puede producir».
Landázuri adelantó que China continuará comprando alimentos a Ecuador, pero las previsiones de que se aumentarán las exportaciones en hasta USD 4.000 millones «es falso», pues en Ecuador se importa productos con mucho valor agregado, como vehículos o artículos tecnológicos, pero se exportarán productos primarios.
Explicó que los acuerdos comerciales son una herramienta cuando se negocian bien, «pero no cuando se negocian por zoom en 4 reuniones». En estos años se verá un desempeño tal cual como si no existiese un TLC, dijo Landázuri, pero habrá que ver si se pueden exportar nuevos productos para mejorar la competitividad del país.
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