Anteriormente, estaban definidos colores para los taxis, de acuerdo a su modalidad: el verde con amarillo para rurales y rojo con amarillo para periféricos. Con la nueva ordenanza, las categorías serán solo dos: convencionales y ejecutivos.
La concejal Analía Ledesma resaltó la voluntad política del alcalde, Pabel Muñoz, para poner nuevamente sobre la mesa este proyecto que garantizará la libre movilidad, el derecho al trabajo y la reactivación económica. Añadió que con esto también se evitarán casos de corrupción por parte de agentes civiles de tránsito, añadió.
Para la aplicación de la Ordenanza, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) tiene 60 días para establecer la regla técnica, para que sea «una transición amigable», y luego habrá un plazo de 30 días para la socialización con el gremio del taxismo.
Según la concejal, existen cerca de 4.800 taxis rurales y periféricos, que son sujetos de esta actualización. «Esta situación podría incrementar el tráfico en la capital, sobre todo en el hipercentro, y podría hacer que las cooperativas rurales se vean desabastecidas», añadió.
Para que esto no ocurra, precisó Ledesma, se ha contemplado en la ordenanza que en las cooperativas existan al menos tres taxis disponibles, y que los vehículos regresen a las cooperativas. «Esto no significa el incremento de habilitaciones para taxis, no se está aumentando los cupos», enfatizó.
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