Macron obtuvo el 27,4% de los votos, mientras que su oponente el 24,0%, de acuerdo a los datos oficiales con el 95% de los sufragios escrutados. En tercer lugar, cerca de la líder de Agrupación Nacional, se situó el candidato de izquierda Jean-Luc Mélenchon con un 21,6%.
Le Pen y Macron ya se enfrentaron en segunda vuelta electoral en 2017.
En esta ocasión, el país europeo celebrará la elección decisiva el 24 de abril ya que ninguno de los 12 candidatos actuales alcanzó el 50% de los votos, necesarios para ganar en primera vuelta. El nuevo líder francés tomará el poder el 13 de mayo.
Un sondeo publicado en la noche del domingo por el canal francés BFM TV sitúa a Macron con el 52% de las preferencias para el balotaje y a Le Pen con el 48%.
Otra encuesta, realizada por Ifop-Fiducial, ubica la proyección para el 24 de abril en 51% para Macron y 49% para Le Pen, mientras que Ipsos-Sopra Steria le da al actual presidente una ventaja más amplia, de 54% contra 46%.
Un presidente solo puede aspirar en una ocasión a la reelección inmediata en Francia, y cada período en la posición dura cinco años. De ganar Macron, sería el primer presidente que revalida el cargo en los últimos 20 años.
En busca de la reelección
En su discurso tras conocer los resultados, Macron solicitó a los franceses detener a la extrema derecha. «Invito a todos, incluidos aquellos que no votaron por mí en la primera vuelta, a que nos apoyen», dijo.
«Complacer al populismo y la xenofobia, eso no es Francia«, sostuvo. «Nada está decidido», agregó, al tiempo que pidió a sus seguidores no «escatimar esfuerzos».
El presidente también agradeció a los candidatos que perdieron y públicamente solicitaron un voto por su candidatura.
Al menos cinco candidatos derrotados solicitaron a los votantes no favorecer a Le Pen en la elección que está por venir, incluyendo a Mélenchon, quien se pronunció más temprano aceptando la derrota.
«¡No hay que darle ni un solo voto a Le Pen!», sostuvo el político del movimiento Francia Insumisa, quien era descrito como la esperanza de la izquierda en la presente elección.
″¡No cometamos el error de acobardarse, sabemos por quién nunca votaremos!», añadió, aunque no mencionó a Macron.
Valérie Pécresse (4,8%), candidata del Partido Republicano, el ecologista Yannick Jadot (4,5%), el comunista Fabien Roussel (2,3%) y la socialista Anne Hidalgo (1,7%) pidieron claramente el voto por el actual líder francés.
«Presidenta de todos los franceses»
En su sede de campaña, luego de la publicación de los primeros resultados, Le Pen pidió a aquellos que no apoyaron a Macron que voten por ella en la segunda vuelta.
Agregó que sería la «presidenta de todos los franceses» si fuera elegida. También abordó los temas sobre los que hizo campaña, incluida la reafirmación de los valores franceses, el control de la inmigración y la seguridad.
Las estadísticas oficiales muestran que en 2020 había unos 6,8 millones de inmigrantes viviendo en Francia, un tercio de ellos europeos, que representan el 10% de la población del país.
«Me propongo sin esperar volver a coser las lágrimas que sufre una Francia desmoronada, algo que el poder no ha podido hacer hasta ahora», sostuvo.
El ultraderecha Éric Zemmour mostró su preferencia por Le Pen. El periodista, identificado con posturas aún más conservadoras que Le Pen, quedó cuarto en la elección de este domingo con un 7,0%.
Las encuestas de opinión sugerían que los temas más importantes de la actual carrera electoral son la invasión rusa en Ucrania, la economía, migración y seguridad.
Francia registró en 2021 su mayor crecimiento económico anual en medio siglo, recuperándose del impacto de la pandemia de la covid-19.
Pero los precios de la gasolina se han disparado, así como las facturas de energía, y la inflación anual subió a 4,5% en marzo.
El desempleo en el país bajó a 7,4% en el cuarto trimestre de 2021, justo por encima de la media de la eurozona pero cerca del objetivo fijado por Macron cuando llegó al poder, cuya promesa fue de 7%.