El primer informe de labores de la Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación develó un sinnúmero de fallas en los centros penitenciarios del país, que contribuyen a ahondar la crisis carcelaria que se vive. Condiciones precarias y corrupción generalizada son temas urgentes que el Gobierno debe trabajar para cambiar la situación, según el comisionado Alfredo Narváez.

Amotinamiento cárcel Turi
Créditos: Captura de pantalla

En Notimundo al Día, Alfredo Narváez, miembro de la Comisión de Diálogo Penitenciario y Pacificación, recordó que cuando se creó el organismo en diciembre de 2021, no solo se encontró altos índices de violencia entre los reclusos sino una «violencia estructural» por omisión del Estado.

Esto debido a que no se atendía de forma oportuna derechos fundamentales como la Salud, ya que «todas las enfermedades se curaban con aspirinas», según Narváez. En cuanto a la alimentación, el comisionado aseguró que era deficiente, sin las características nutricionales que debe tener una dieta básica. Asimismo, no se respetaban los servicios de recreación y esparcimiento, habiendo presos que por más de cuatro meses no habían salido a los patios de las prisiones.

Narváez señaló que alguien que está sometido a ese tipo de condiciones puede reaccionar de forma violenta, lo que explica los suicidios y agresiones a otras personas. Como si esto fuera poco, también se detectaron falencias legales, donde personas que ya habían cumplido más de la mitad de su pena seguían encarceladas porque «las carpetas no se movían». Incluso, se conocieron casos de reclusos que ya sobrepasaban el tiempo de su sentencia y aun así no eran liberados.

No obstante, reconoce que luego de 4 meses la situación está empezando a cambiar, permitiendo, por ejemplo, el ingreso de artículos de aseo, así como respetando los horarios y la calidad de la comida que se entrega a los reos. Narváez recalcó en que es necesaria una política de Estado continúa y estructural, «para que no tengamos que andar identificando problemas para que funcionen las cosas».

En cuanto a la supuesta protección de líderes criminales por parte de la Policía al interior de los centros penitenciarios, Narváez indicó que la Comisión transmite lo que se ve y escucha al interior. «A partir de esa experiencia, recomendamos», añadió y dijo que estas prácticas no son nuevas, pero que aún no se conocen los nombres de los involucrados. No obstante, ratificó que esto es un problema generalizado, lo que representa para el Gobierno un tema urgente de resolver para no ahondar la crisis carcelaria.

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