Fausto Ortiz señaló que no hay duda que 2016 fue un año en recesión para Ecuador, que vivió un achicamiento de la economía y no precisamente causado por el bajo precio del petróleo. “El Presupuesto del Estado se lo realizó con un precio de crudo de 35 dólares y el precio el año anterior fue exactamente el mismo”, comentó.
Sin embargo, para el economista el Presupuesto General del Estado fue mal elaborado porque el Gobierno sobreestimó los ingresos tributarios que llegaron a 13 500 millones de dólares, incluidos los ingresos por la Ley Solidaria, y no a los 15 500 millones planeados a un principio. “El Gobierno, a pesar de estar en recesión, no hizo esfuerzos para contraer el gasto”, afirmó.
Ortiz mencionó, además, que el déficit fiscal de 2016 fue de 6 100 millones de dólares y por ello se tuvo que tomar endeudamiento. “El nuevo Gobierno deberá decidir varias cosas, entre ellas el tratamiento de la deuda y qué hacer con el déficit fiscal”, acotó el analista, quien añadió que en 10 años de Gobierno la deuda se ha incrementado en 10 puntos del PIB. Es decir, del 28,8 % al 39%.
“En 2006 el pago de intereses por la deuda fue menor al 1,5% del PIB y en 2016 el pago de intereses llego a más del 2%”, concluyó.
De su lado, Christian Cruz señaló que todas las medidas implementadas por el Ejecutivo, entre ellas el incremento del encaje bancario y el cambio de las reglas para el fondo de liquidez, tuvieron un solo objetivo: incentivar la colocación de créditos. “Lo que se ha buscado es que los excedentes de liquidez que ha tenido la banca privada sean colocados en nuevas operaciones de crédito”, destacó.
Recalcó, también, que los préstamos que el Banco Central del Ecuador hace al Gobierno Nacional lo que buscan es optimizar los excedentes que tiene esta entidad y eso permite tener un desarrollo social sostenido dentro de la economía ecuatoriana. “Hemos demostrado que de ninguna manera esos préstamos del BCE ponen en riesgo los depósitos de la banca privada”, aclaró.
Mientras tanto, Julio José Prado consideró que el incremento del encaje bancario del 2% al 5% es inadecuado por el momento de recesión económica que vive el país, y porque inmoviliza en el BCE alrededor de 800 millones de dólares adicionales que podrían ser puestos en créditos.
Prado aceptó que la banca privada en la actualidad tiene suficientes recursos, pero ese no es el problema. El inconveniente, dijo, es que no se puede colocar esa liquidez adicional en créditos. “En diciembre de 2016 aumentaron los depósitos y no los créditos. La gente cuidó su dinero”, subrayó.
Mientras tanto, sobre el fondo de liquidez afirmó que ha sido creado con los dineros de los depositantes de la banca privada y desde la Asociación están de acuerdo con su existencia. Sin embargo, están contrarios y no les parece adecuado que ese dinero sea prestado al sistema cooperativo y a la economía popular y solidaria.