Algunos ya volvieron a sus casas. Después de recibir atención toda la noche y madrugada en hospitales de Playas, Santa Elena y Guayaquil, varios afectados por una intoxicación alimentaria en el recinto Sabana Grande, de la parroquia rural Progreso del cantón Guayaquil, (Guayas), se recuperan en esta humilde comunidad, ubicada a más de dos horas del centro del Puerto Principal.

El Ciudadano

La noche del jueves el pueblo quedó casi desolado. La mañana de este viernes, 15 de diciembre del 2017, la actividad se recuperaba lentamente.

En su mayoría son mujeres y niños que asistieron a un agasajo navideño organizado por un grupo que prestó las instalaciones de una iglesia para entregar juguetes y brindar un almuerzo. El festejo comenzó a las 14:00 y los efectos fueron casi inmediatos.

«Era un arroz blanco y pedazos de pollo. El pollo estaba agrio», contó Isabel Reyes, de 19 años, aún recostada en un mueble de su casa. Apenas probó cuatro cucharadas y dice que después de unos 15 minutos comenzó el malestar. Su padre, dos hermanos y dos sobrinos también se enfermaron.

Héctor Chalén es el presidente de la comuna y calcula que unos 280 habitantes, de los 3 200 que viven en este apartado poblado de calles polvorientas, resultaron afectados. «Era algo caótico. La gente salía a las calles, con sus niños en brazos, vomitando, buscando ayuda con desesperación», recordó.

Muchos fletaron autos para buscar ayuda médica afuera, porque en Sabana Grande no hay un centro de salud y el camino pedregoso de acceso hace que la ruta sea más larga. Luego llegaron ambulancias de varias instituciones, como el Ministerio de Salud, el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil y la Comisión de Tránsito.

Según datos de la Coordinación Zonal 5 de Salud, los pacientes recibieron medicación vía oral y a través de sueros, para frenar la deshidratación. En su mayoría presentaron dolor abdominal, vómito y fiebre.

Esta mañana, la casa comunal se transformó en un dispensario porque varios moradores, casi todos niños, volvieron a presentar los síntomas. En el piso, sobre colchones, algunos pequeños recibían jarabes y suero oral. Otros, sentados en sillas, esperaban que el suero conectado a sus brazos se acabe pronto.

Brigadas del Ministerio de Salud se instalaron en el sitio y recorrieron las casas. Mientras que equipos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) recolectaron muestras de agua en las viviendas y buscaban restos de alimentos para realizar análisis.

La Fiscalía investiga el caso y ya recopiló los testimonios de los organizadores del agasajo, quienes también se recuperan. Según indicaron, habrían comprado la comida preparada.

En Guayas, hasta el 2 de diciembre se reportaron 1 663 casos de intoxicaciones por alimentos.

Fuente: El Comercio