Rueda recordó que la Policía es una institución que fundamental en un Estado de Derecho, indispensable en la vida democrática de la sociedad. Por ello, se enfrenta a grandes y nuevos desafíos, como el recrudecimiento de la violencia, que en algunos casos ha sido «instrumentalizada por poderes políticos perversos», indicó.
En ese contexto, Rueda explicó que los retos que enfrenta la institución «son enormes», no solo en la lucha contra el crimen, sino en el fortalecimiento institucional, con procesos de depuración constantes.
Esto debido a los alcances que tiene el narcotráfico, que ha permeado en los distintos niveles del Estado, pero en una institución como esta, el riesgo es más alto, por estar en la línea de frente de combate al crimen común y organizado.
Rueda señaló que las instituciones de las fuerzas del orden acuden a recursos como la apertura de denuncias para someterlos a procedimientos de validación de confianza, como la prueba del polígrafo. «Siempre hemos estado luchando en desventaja, pero es importante darle un reconocimiento social a quienes desarrollan el trabajo; no hay que recurrir a la generalización», acotó.
El general insistió en que se necesita una mejor dotación a la Policía, con tecnología y armamento, para librar una mejor lucha en contra de los grupos delincuenciales.
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