Pablo Lucio Paredes señaló que la reforma del reglamento para el cálculo de la deuda pública del país, decretado por el Presidente Rafael Correa, si únicamente es un tema metodológico es muy grave porque le permitiría al Gobierno Nacional seguirse endeudando. Mientras tanto, si es un tema real, querría decir que se está desconociendo la deuda que se tiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y otras entidades públicas. “Esta es una decisión muy mala para el país”, añadió.
Paredes enfatizó que una decisión responsable que debe tomar el Gobierno, para no seguirse endeudando, es reducir los gastos en cosas inútiles, y apuntalar la inversión privada. Algo, que según el analista, no se logrará hasta 2017 porque las condiciones del Gobierno y la incertidumbre en la actualidad se mantienen. “Al seguirse endeudando se incrementa el riesgo del país hacia el mediano plazo y se logra un peor clima para la inversión”, acotó.
El economista dijo, además, que la inversión privada en Ecuador se ha reducido en 3% del PIB por año. Es decir, en 10 años se han perdido 30 000 millones de dólares. Se han creado 400 000 empleos adecuados, y se han perdido entre 200 000 o 300 000. “El problema es que el Gobierno se ha vuelto el centro de la economía y el centro de las decisiones. Eso no es sano. Los países que caminan son los que se abren al mundo, y ojalá un nuevo Gobierno entre a la Alianza del Pacífico y no a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América que no sirve para nada”, expresó.
De su lado, Jaime Rumbea afirmó que desde inicios de 2015 hasta la fecha, el sector de la construcción ha venido observando una disminución en la demanda de nuevas viviendas, hasta llegar en la actualidad a un punto de estabilización en un 50% de lo que se comercializaba hace un año y medio. “Eso es una caída muy fuerte, es más de la mitad de la producción”, reiteró.
Asimismo, destacó que las viviendas que se están entregando en la actualidad, son las que se contrataron hace 24 meses, en una época de relativa bonanza. “40 000 viviendas son las que están contratadas, y se van a entregar. Eso debemos cuidar. Las inversiones nuevas están prácticamente paradas”, precisó Rumbea, quien acotó que el crédito para viviendas no es lo que escasea, más bien lo que hay es una percepción de incertidumbre de la población que viene dada porque en muchos hogares algún integrante ha perdido el empleo.
Mientras tanto, Pablo Cortez apuntó que es innegable que el sector inmobiliario no está atravesando su mejor año de los últimos que ha vivido, y enfatizó que hay ralentización del mercado. Sin embargo, indicó que desde Uribe Schwarzkopf han tratado de mantener el optimismo en lo que se vive y lo que se viene. Por ello han seguido lanzando proyectos que han tenido una respuesta favorable de los ecuatorianos.
Comentó, además, que Ecuador es deficitario en cantidades de unidades de vivienda producidas y la aspiración de los ecuatorianos es tener su casa propia. Por ello, desde esta inmobiliaria, vienen concibiendo la manera de democratizar el acceso a la propiedad a otros esquemas de inversión de los ecuatorianos. “Antes era reservado para las personas naturales o jurídicas que tenían alto valor patrimonial, y podían tener los recursos directos o los créditos necesario para acceder a comprar un bien inmueble”, subrayó.